El
sector sanitario es la
segunda área laboral con más consumo de hipnosedantes junto a la administración pública, la educación, y los servicios, servicios sociales. El consumo de estos fármacos, con o sin receta, presenta una
prevalencia de un 8,9 por ciento en la población laboral en 2019, según los últimos datos recogidos por la encuesta Edades.
Estos resultados han sido
presentados este martes por UGT en su documento sobre ‘
Salud mental y trabajo’, realizado según la Encuesta Edades 2019-2020. Este informe revela que los trabajadores del sector de la salud han sufrido un
aumento en la prevalencia de un 0,3 por ciento en cuanto al consumo de este tipo de fármacos, respecto a los datos recogidos en 2013.
Las condiciones de trabajo, causantes del alto consumo
Los sectores que
lideran el consumo de estos medicamentos son aquellos relacionados con la agricultura, pesca, ganadería y extracción. En concreto, estos grupos de población laboral presentaron una prevalencia de consumo de hipnosedantes, con o sin receta en los últimos 30 días, del 10,2 por ciento en 2019. Este dato representa un aumento significativo en comparación con el 4,1 por ciento registrado en 2013.
Le siguen en la lista de sectores con altos niveles de consumo los relacionados con las
actividades domésticas y los servicios personales, que, a pesar de haber presentado una prevalencia del 10,9 por ciento en 2013, lograron disminuir esta cifra hasta un 8,7 por ciento en 2019.
Según el propio informe de UGT, son las
condiciones de trabajo precarias quienes influyen negativamente en este tipo de adicciones. Esto se refleja en los datos, ya que las personas que admiten consumir hipnosedantes también señalan sentirse
mal pagadas en un 10,5 por ciento de los casos; experimentar inseguridad en su futuro laboral en un 10,0 por ciento; y estar expuestos a p
enosidad en su trabajo en un 9,8 por ciento.
La salud mental de sanitarios, prioridad para Trabajo
Junto con las condiciones laborales, la experiencia de los trabajadores de la salud durante la pandemia de Covid-19 ha llevado al
Gobierno a desarrollar una
estrategia específica para abordar los
problemas de salud mental dentro del sector sanitario.
Por esta razón, el
Ministerio de Trabajo ha incorporado un enfoque especializado dentro de su nueva Estrategia Española de Seguridad en el Trabajo (2023-2027) medidas con destinadas a identificar las patologías relacionadas con la
salud mental y garantizar un tratamiento adecuado.
Se trata de una iniciativa que aborda diversos aspectos, como la necesidad de reconocer y
evaluar el impacto del estrés, la depresión, el burn-out y el estrés postraumático
en los profesionales de la salud en el contexto de la pandemia. Su objetivo es
facilitar el seguimiento psicológico de las plantillas para poder ofrecerles la opción terapéutica más beneficiosa.
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