Ante la notificación de un nuevo virus en la India que afecta a niños menores de 5 años,
la comunidad científica ha puesto sobre aviso de esta nueva enfermedad, a la que han denominado gripe del tomate. Por su parte, los sanitarios han compartido en redes sociales sus primeras impresiones de esta infección.
El discurso mayoritario
ha sido de quitarle importancia y tranquilizar a sus seguidores, explicando que se trata de una afección muy parecida la ya conocida boca-mano-pie provocada por el virus Coxsackie. Por tanto, resaltan que no se trata de una infección del todo desconocida y que no tiene mucha relevancia clínica.
Además, muchos han recordado que
dirariamente se dan cientos de brotes de enfermedades, muchos a causa de la mala higiene, pero que lo más habitual es que estas enfermedades se queden en las áreas donde surgieron y no se extiendan más, por lo que no debería ser un foco de preocupación para los padres.
Los MIR deciden tomarse la gripe del tomate con humor
Otro de los sectores sanitarios que más ha hablado del tema ha sido el de
los estudiantes MIR, que han optado por tomárselo con buen humor y hacer bromas al respecto, pasando por jugar a inventar sus propios nombres creativos para futuras enfermedades.
Algunos de ellos
suspiraban de alivio porque ya habían terminado de estudiar Infecciosas, mientras que otros se lamentaban por lo contrario. Muchos de ellos debatían sobre si la gripe del tomate entraría o no en el examen de la convocatoria de 2023.
En general los profesionales sanitarios
no han mostrado una excesiva preocupación por esta nueva enfermedad y han preferido tranquilizar a sus seguidores o incluso bromear sobre ello en redes sociales.
¿Qué es la gripe del tomate?
Se trata de una afección localizada por primera vez en la India y que
afecta a niños menores de 5 años provocándoles unas enorme ampollas rojas que pueden llegara tener el tamaño de un tomate, de ahí el nombre.
La infección se contagia por el contacto estrecho y, por ahora, solo se han localizado casos en tres provincias del país asiático.
Los síntomas son parecidos a los de otras enfermedades víricas, como el coronavirus, y, aunque no tiene un tratamiento específico, se aborda de la misma manera: aislamiento, reposo, abundantes líquidos y esponja de agua caliente para el alivio de la irritación y las erupciones.
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