Cristina Alcalá / Cristina Mouriño. Madrid
El próximo Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (SNS), previsto para este miércoles, dará luz verde a la propuesta de creación de un sistema nacional de vigilancia de las infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria (IRAS). Se trata de una nueva red que integra los dos niveles asistenciales (tanto Primaria como Hospitalaria) y que estará capitaneada por el propio Ministerio de Sanidad, mientras que el Centro de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) lo coordinará y las comunidades autónomas se responsabilizarán de su integración.
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Javier Castrodeza, director general de Salud Pública, Calidad e innovación.
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El objetivo de esta iniciativa es evaluar las infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria (es decir, las infecciones que puede desarrollar el paciente como consecuencia de la atención recibida en un hospital, centros de especialidades, de diálisis o de media-larga estancia) y dar solución a un problema que supone una elevada de morbi-movilidad, un aumento de las estancias hospitalarias y un gran coste, tanto para el propio paciente como para el sistema sanitario, explica el documento.
“El estudio de las IRAS es complejo y requiere y abordaje metodológico que permita obtener información de calidad, homogénea, representativa y comparable entre los niveles hospitalarios locales, autonómicos y nacionales, así como entre los profesionales del ámbito de la salud pública y el asistencial”, remarca el informe consencuado por la Ponencia de Vigilancia el 3 de marzo y aprobado por la Comisión de Salud Pública el 16 de junio.
Información homogénea y sistemática
Con este nuevo sistema, Sanidad busca crear una información homogénea y sistemática, recogida mediante una metodología estandarizada que permita conocer y comparar la incidencia autonómica y nacional de estas infecciones.
Asimismo, se ha marcado el objetivo de conocer la prevalencia e incidencia de las IRAS, sus factores de riesgos y los patógenos causantes de las infecciones; recoger información que permita obtener unos indicadores homogéneos entre los centros y comparables entre ellos; reforzar la detención, notificación, investigación y control de estos brotes; facilitar estudios de intervención y la evaluación de su impacto; y participar en el sistema de vigilancia europeo.
El sistema estará constituido por unos grupos de trabajo de vigilancia nacional de las IRAS, es decir, por expertos en el ámbito del control y estudio de estas infecciones, con representantes tanto de las comunidades autónomas como de las sociedades científicas. Este grupo de trabajo dependerá de la Ponencia de Vigilancia Epidemiológica, encargada de coordinar la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica (Renave) y, a su vez, dependiente de la Comisión de Salud Pública.
Esta nueva red de vigilancia contará con un marco legislativo que permita su implementación, de carácter obligatorio e integrado en el Renave.
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