La
percepción de mala salud en la Unión Europea ha aumentado en 2023 tanto entre los ciudadanos nacionales como entre los inmigrantes. Según datos de
Eurostat, el porcentaje de europeos que se consideran en mala salud ha pasado del 8,8 por ciento en 2022 al 8,9 por ciento en 2023. Lo mismo ha ocurrido entre los ciudadanos de otros países de la UE, para los que la
percepción negativa subió del 7,5 por ciento al 7,6 por ciento. De igual modo, entre los ciudadanos extracomunitarios, esta cifra pasó de un 7,7 por ciento al 7,9.
En sus estadísticas,
Eurostat subraya las diferencias en los
niveles de salud autopercibida “se ven afectadas por sus distintas estructuras de
edad”. Esto se debe a que la población nacional es generalmente mayor, lo que podría contribuir a una percepción de
salud más deteriorada.
Percepción de salud por géneros
La disparidad de
percepción de salud también es evidente si se tiene en cuenta un desglose según el
género. En el caso de los
nacionales, el 9,8 por ciento de las
mujeres reportan mala o muy mala salud, en comparación con el 8 por ciento de los
hombres.
Esta tendencia se repite entre los
ciudadanos no pertenecientes a la UE, donde el 8,5 por ciento de ellas informan mala salud frente al 7,3 por ciento de los ellos.
Sin embargo, entre los habitantes
de
otros países de la UE, la tendencia se invierte ligeramente, ya que es el grupo masculino quien reporta una peor percepción de salud (7,8 por ciento) en comparación con el femenino (7,4 por ciento).
Salud de los ciudadanos extracomunitarios
En general, los
ciudadanos extracomunitarios que viven la Unión Europea reportaron en 2023 una percepción de su
salud significativamente peor que los nacionales en todos los grupos de edad, pero especialmente entre las
personas mayores de 65 años. Según los datos de
Eurostat, en este grupo, el 28 por ciento de los ciudadanos de fuera de la UE se autoperciben en mala o muy mala salud, en comparación con el 18,3 por ciento de los europeos.
Las estadísticas de este organismo muestran que, del mismo modo, los habitantes de otro país perteneciente a la UE que
superan los 65 años también tienen una
baja percepción de su propia salud, aunque en este caso la cifra no es tan alta, ya que alcanza un 16,6 por ciento. Tal y como detalla Eurostat, el análisis muestra que “la edad y la nacionalidad son factores que acentúan las percepciones de salud”, especialmente entre los
migrantes en edad avanzada.
Las necesidades médicas están más cubiertas
Por otra parte, la estadística de Eurostat muestra que los ciudadanos perciben que sus
necesidades sanitarias están sutilmente más cubiertas. En concreto, los ciudadanos nacionales informaron de un
ligero descenso de las necesidades no satisfechas de exámenes o tratamientos médicos, del 4,1 por ciento en 2022 al 3,9 por ciento en 2023.
Por su parte, los ciudadanos de otros países de la UE mostraron una disminución más notable, del 3,5 por ciento al 3 por ciento. Según detalla Eurostat,
la mayor caída se observó entre los ciudadanos no pertenecientes a la UE, con necesidades no satisfechas que cayeron del 4,7 por ciento al 3,7 por ciento.
Los tres subgrupos de población también mostraron una disminución de las
necesidades dentales no satisfechas. Los nacionales informaron de un ligero descenso de las necesidades en materia de
salud bucodental no satisfechas del 4,8 por ciento en 2022 al 4,7 por ciento en 2023. Los ciudadanos de otros países de la UE mostraron una ligera disminución, del 5,2 por ciento al 5 por ciento.
Los
extracomunitarios, por otro lado, a pesar de alcanzar las
mayores necesidades no satisfechas de exámenes o tratamientos dentales, la cifra se redujo del 7,2 por ciento al 6,7 por ciento.
Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en Redacción Médica está editada y elaborada por periodistas. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.