Javier Barbado / Imagen: Cristina Cebrián. Salamanca
El ingeniero industrial y director general de Veolia Francisco Villalobos, ha desgranado el reto de la compañía para instalar la nueva central térmica del Hospital La Paz de Madrid. Con la relación societaria de Gas Natural, Veolia desarrolla el proyecto, que está previsto culmine en el mes de noviembre.
Herrero explica el proyecto de La Paz.
|
De acuerdo con Villalobos, tras invertir casi ocho millones de euros la adjudicataria, se garantizará al hospital un ahorro de algo más del 30 por ciento gracias al plan energético respecto al precio base de licitación, al fin y al cabo la principal “palanca” que mueve esta clase de obras. “Las empresas privadas son movilizadores de actividad económica en casos como éste”, ha subrayado.
Por su parte, el director de Gestión del centro hospitalario, Juan José Pérez Blanco, ha explicado la instalación paulatina de esta central de calor. Según ha matizado, un contrato mixto de suministro y obras fue la fórmula final por la que salió adelante el proyecto, del que, no obstante, lamentó “como gestor” que se hubiera tardado diez años en llevar a cabo “debido al considerable coste económica y de emisión de gases con efecto invernadero” atribuibles a esa demora.
Por su parte, Javier Negredo, jefe de Sección de Mantenimiento del hospital, dio algunas explicaciones técnicas de esa misma central térmica: “24 horas al día, 365 días al año”, ha matizado para aclarar a continuación que, desde que fue inaugurado el hospital en 1964, las tuberías se degradan con el paso del tiempo debido a su uso continuado.
Javier Negredo, jefe de Sección de Mantenimiento del Hospital La Paz de Madrid; Martín Herrero, vocal de la Asociación Española de Ingeniería Hospitalaria (AEIH); Juan José Pérez Blanco, director de Gestión del Hospital La Paz de Madrid; y Francisco Villalobos, director general de Veolia;
|
Además, hay partes de la central que, si se estropean, no tienen reposiciones disponibles en el mercado, lo cual obligaba a renovarla de forma integral, ha insistido. “Las pérdidas económicas, el peligro de las ollas a presión de que está compuesta (de al menos 8 bares de presión y 9 metros cúbicos de volumen cada caldera), el propio temblor de las instalaciones… todo apuntaba a construir una nueva central de calor, si bien el reto no es hacerla, sino conseguir que conviva con la antigua sin merma del funcionamiento normal del hospital”, ha explicado Negredo.