Durante los peores años de la
pandemia de coronavirus, 2020 y 2021, la notificación de
profesionales sanitarios afectados por
enfermedades laborales se multiplicó en Europa. Según un reciente informe de
Eurostat, ese repunte coincidió con la inclusión de los casos de
covid-19 en aquellas estadísticas, lo cual resulta lógico. Lo que llama la atención es que, al mismo tiempo, disminuyó la notificación de trabajadores aquejados de enfermedades con respecto a los años previos a la pandemia, algo que la Oficina Europea de Estadística achaca a la falta de recursos de las administraciones.
En su análisis sobre los
datos de cánceres profesionales entre 2020 y 2021, Eurostat explica que las estadísticas de la
Unión Europea (UE) sobre enfermedades laborales “son elementos esenciales de la estrategia de la Comisión Europea para evaluar la eficacia de la legislación de la UE en materia de salud y seguridad en el trabajo”. “Para mejorar las condiciones de trabajo, es fundamental conocer el número, las tasas, las frecuencias y las tendencias de las enfermedades profesionales, ya que permiten supervisar y priorizar las acciones preventivas en toda la UE”, añade.
Sin embargo, se lamenta que, actualmente, no exista una base de datos a escala europea sobre
estadísticas de enfermedades profesionales. De ahí que haya puesto en marcha un “ejercicio piloto” recopilando datos nacionales en una única base estadística para, “a partir de ahí, proporcionar información sobre la evolución de las enfermedades profesionales más comúnmente reconocidas en la UE”.
"Capacidad limitada" para notificar enfermedades profesionales
Esa estrategia vendría a paliar circunstancias como las vividas entre 2020 y 2021. Eurostat recuerda las medidas preventivas que se tomaron a nivel nacional e internacional para contener la
pandemia. Según indica, en los sectores económicos en los que se detuvo o redujo la actividad, el número de accidentes disminuyó: “La inactividad o la reducción de la actividad en ciertos sectores dio lugar a un menor número de trabajadores y/o de horas de trabajo. En consecuencia, hubo una disminución atípica del número de enfermedades profesionales notificadas”.
Sin embargo, en el caso de “las actividades de
salud humana, las actividades de atención residencial o las actividades de trabajo social sin alojamiento”, el trabajo no se paralizó, sino que aumentó, algo que “generó en general un mayor número de enfermedades profesionales notificadas -o de accidentes laborales notificados en algunos países- cuando se incluyeron los casos de covid-19 de origen profesional de acuerdo con las prácticas y la legislación nacionales”.
Y, a pesar de ello, el “impacto” de esa situación a nivel general “condujo a una disminución del número total de todas las enfermedades profesionales preseleccionadas -no solo el
cáncer-” en los datos recopilados para 2020 y 2021, en comparación con 2019 y los años anteriores en los que hay datos disponibles: “Los servicios públicos que tratan con las administraciones encargadas de recibir notificaciones, informes, investigaciones y reconocimiento de enfermedades profesionales pueden haber operado con capacidades limitadas”, se concluye en el informe.
Covid-19 como enfermedad profesional en España
En España, el
Consejo de Ministros aprobó en febrero un Real Decreto-ley en el que se reconocía el
covid-19 como enfermedad profesional en el sector sanitario. Sin embargo, en abril de 2023 el
Gobierno confirmó en una respuesta parlamentaria a una pregunta escrita del
Grupo Popular en el Congreso que
la medida de 2021 fue extraordinaria y tenía fecha de caducidad, “hasta el levantamiento por las autoridades sanitarias de todas las medidas de prevención adoptadas para hacer frente a la crisis sanitaria”. Meses después, en julio, el Consejo de Ministros decretó el fin de la situación de emergencia por el coronavirus.
El sector sanitario dijo adiós en España a la primera mitad de 2024 con 195
partes cerrados de baja por enfermedad profesional, según datos del
Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. En todo 2023, el departamento contabilizó 734 partes en el ámbito sociosanitario, un 58,53 por ciento más que en 2022, a pesar de que en la segunda mitad del año el covid-19 ya no estaba considerada enfermedad profesional.
Sin embargo, en los dos años previos el balance interanual fue negativo. La cifra de
bajas por enfermedad laboral cayó un 7,58 por ciento entre 2022 y 2021, y un 9,89 por ciento entre 2021 y 2020.
Cánceres profesionales más frecuentes
El
cáncer ocupacional es el término que se da a los cánceres causados por la exposición a
factores cancerígenos en el entorno laboral, generalmente debido a una exposición prolongada. Muchos casos de cáncer se presentan varios años después de la exposición. En algunos casos, ocurre más de 40 años después.
Según la estadística de Eurostat, el número total de
casos de cáncer laboral se mantuvo relativamente estable en Europa entre 2013 y 2019, oscilando entre 3.848 y 3.978. En 2020 se produjo una clara caída del número, pero hubo un pequeño repunte en 2021, hasta alcanzar los 3.258 casos. "El número relativamente bajo de casos en 2020 y 2021 refleja el impacto de la pandemia de covid-19 y las medidas de contención relacionadas", de acuerdo al informe, en el que se destaca que ese impacto se notó especialmente en los sistemas de atención sanitaria.
Los dos tipos más comunes de cáncer ocupacional en 2021 fueron el
cáncer de pulmón y bronquios, y el
mesotelioma, que se relaciona con la exposición al asbesto y se desarrolla en la fina capa de tejido, conocida como mesotelio, que recubre muchos de los órganos internos como los pulmones, el abdomen o el corazón. Ese mismo año, el número de casos reconocidos de mesotelioma como cáncer ocupacional fue de 1.409, mientras que en cáncer de pulmón y bronquios hubo 1.277 notificaciones. En conjunto, estos dos tipos de cáncer representaron alrededor de cuatro quintas partes de todos los casos reconocidos de cánceres ocupacionales.
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