La Organización Mundial de la Salud (
OMS) aboga por “definir un plan de desarrollo de capacidades y dotación de personal” en el marco de su estrategia para implementar su sistema para organizar y optimizar el uso de datos sanitarios. Se trata de una medida similar a la propuesta por el ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública,
José Luis Escrivá, de cara a
actualizar el registro de recursos humanos (RRHH) de las administraciones para “definir bien las áreas funcionales” a través de un “modelo por niveles y competencias”, un objetivo, además, ya reflejado en el documento marco
Consenso por una Administración Abierta, que permanecerá en consulta pública hasta el 30 de abril.
La redefinición de los RRHH públicos propuesta por la OMS forma parte de uno de los tres pasos en los que el organismo divide su guía, dirigida a los gobiernos nacionales, para implantar su
Sistema de Información Sanitaria Rutinaria (RHIS, por sus siglas en inglés). Elaborado con apoyo financiero del
Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria, se trata de un “conjunto de
sistemas de datos interoperables” que recopila datos de los diversos sistemas de salud como “fuente esencial de información para la planificación, gestión y prestación de
servicios de salud efectivos”, según se explica en el documento, recientemente publicado.
Tres pasos para mejorar el uso de datos sanitarios
La primera de las fases para implementar el RHIS consiste en llevar a cabo un análisis inicial de la situación de cada
sistema sanitario y sus posibles brechas de funcionamiento “como línea de base para planificar actividades, definir las necesidades y desarrollar un plan de implementación y movilización de recursos”, no sólo por parte de los ministerios de Sanidad, sino también de otros departamentos gubernamentales y sectores en los que la salud tiene incidencia transversal.
El segundo paso es el de mayor enjundia, esto es, el dedicado a la propia implantación del sistema y a la movilización de recursos, para lo cual, en primera instancia, la OMS llama a crear un “
organismo nacional funcional de Información de Salud” que haga las veces de supervisor y ente coordinador entre todas las áreas implicadas.
Es en esta parte del proceso en la que se incluye la
reordenación de los RRHH sanitarios, para lo cual se pide “considerar todos los conjuntos de habilidades requeridas, incluido el liderazgo, la gestión, los
programas de salud, el monitoreo y evaluación de la adaptación, las estadísticas, la epidemiología o las funciones de TIC -por ejemplo, arquitectura de datos y seguridad de datos-”, de cara a “asegurar la disponibilidad de la competencia requerida para la implementación, mantenimiento y sostenibilidad del RHIS en todos los niveles”. Además, se plantea que los recursos económicos necesarios se presenten como “costes recurrentes” en el equivalente en cada país al "Ministerio de Finanzas".
La última de las fases en las que la OMS divide su estrategia se basa en la monitorización y evaluación de las iniciativas impulsadas a raíz de la puesta en marcha del RHIS para, así, asegurar su adecuado desarrollo.
Desafíos pendientes en información sanitarias
Fue en 2018 cuando la OMS y
grupo colaborativo de datos de salud (HDC) lanzaron una primera iniciativa para impulsar una batería de recursos, que se llamó Kit de Herramientas del RHIS, que sirvieran para optimizar el análisis y uso de datos procedentes de los
centros y servicios de salud. Para finales de 2022, el kit ya se había implementado en 70 países, principalmente de ingresos bajos y medio-bajos.
Sin embargo, “a pesar de las inversiones sustanciales y los avances en el RHIS”, la OMS lamenta que “muchos países continúan enfrentando múltiples desafíos relacionados con los
datos de los centros de salud, incluida la baja calidad de los datos, sistemas de datos fragmentados y compartimentados, una carga pesada de informes para los trabajadores de primera línea y una capacidad limitada para el análisis y uso de datos e información en todos los niveles del
sistema de salud, incluidos comunitario, de instalaciones, subnacional y nacional”. De ahí que ahora se haya publicado la guía de implementación.
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