Una de las
enfermedades que cada vez está cogiendo más fuerza en
Europa a es la
obesidad, y tal y como afirma el
informe publicado recientemente por parte de la
Organización Mundial de la Salud (OMS), está vinculada a un mayor riesgo de sufrir
enfermedades no transmisibles. La institución internacional ha llegado a relacionar el exceso de peso con una
posible causa para sufrir hasta
13 tipos distintos de cáncer, afirmando que probablemente sea una consecuencia directa de al menos
200.000 casos nuevos de cáncer al año, cifra que podría aumentar más en las próximas décadas.
La OMS va mucho más allá y llega a afirmar en el documento que “la
obesidad superará al tabaquismo como el principal
factor de riesgo de cáncer prevenible en las próximas décadas”. La institución insiste en que se deben aumentar las
estrategias dirigidas a las personas con mayor riesgo de obesidad para evitar la aparición de cánceres, mientras que por otra parte pide fomentar que las políticas de salud pública destinadas a reducir esta patología deben tener un
impacto en relación con el cáncer de
mama, el
colorrectal, el de
endometrio,
riñón,
hígado,
vesícula biliar,
ovarios,
páncreas,
gástrico,
esófago,
tiroides,
mieloma y
meningioma.
Pese a que el informe afirma que no hay
suficientes evidencias para demostrarlo, la OMS cree que la obesidad tambien podría estar ligada al
cáncer de boca, el de
laringe y el de
faringe, además del de
pecho masculino,
próstata y algunos tipos específicos de
linfoma.
Estrategia a gran escala para prevenir la obesidad
La estrategia defendida por la OMS a la hora de
combatir la obesidad tanto a nivel nacional como europeo no se rigen solamente en centrar los esfuerzos de
prevención en los individuos. La solución se encuentra en realizar enfoques mucho más amplios centrados en
grandes grupos de población, además de anunciar todas las
causas que llegan a producir la obesidad.
Así pues, las
estrategias integrales a largo plazo deben actuar para crear entornos que apoyen y faciliten la salud y los comportamientos, a través de una política intersectorial basada en la evidencia que aborde los entornos y los elementos comerciales de la salud. La OMS apuesta por realizar
enfoques equitativos para reducir el sobrepeso y la obesidad a partir de aspectos
sociales,
físicos,
culturales,
factores económicos y
políticos que dan forma a los
entornos alimentarios y de
actividad física.
Una de las recomendaciones que la OMS afirma que se debe impulsar es una modificación de conductas global e individual, promover más el
ejercicio físico y desaconsejar el
consumo de alimentos con muchas calorías. La investigación también es uno de los aspectos defendidos por parte de la institución entre el sobrepeso y el cáncer ya que se podrían descubrir nuevas estrategias de prevención y de tratamiento.
Las conclusiones que la OMS determina en el documento es que la obesidad ha llegado a afectar cerca del
60 por ciento de los adultos en la Región Europea que la institución tiene presencia, mientras que casi uno de cada tres niños vive con sobrepeso u obesidad. De manera alarmante. Esta situación está vinculada a las interacciones de las personas con ellos, con un enfoque particular en los ingresos y condiciones socioeconómicas.
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