La
Organización Mundial de la Salud (OMS) propone a los estados miembros a
integrar la salud bucodental en Atención Primaria a través de
modelos colaborativos e interprofesionales. Así lo recoge en su
Estrategia Mundial y Plan de Acción sobre Salud Bucal 2023-2030, un plan que pone de relieve la necesidad de desarrollar
modelos de fuerza laboral innovadores y reformar la educación basada en competencias para apoyar combinaciones de habilidades necesarias en el sector.
En esta línea, el objetivo estratégico de la OMS referente al personal sanitario, busca revisar y
ampliar la educación basada en competencias, para garantizar que haya suficientes trabajadores de salud capacitados para
brindar los servicios de salud bucal necesarios. En su estrategia, esta organización destaca la importancia de incluir “a profesionales de la salud que tradicionalmente no han estado involucrados en la
atención bucal”, trabajando junto a especialistas en esta materia para ofrecer un
paquete esencial de servicios.
“La
planificación y priorización de los servicios de salud bucal deben
integrarse en todas las políticas, planes y estrategias nacionales de personal sanitario y planes de inversión”, señala la
OMS en su estrategia. Para ello, el organismo enfatiza la necesidad de “desarrollar y ampliar el papel de los
proveedores de atención de salud bucodental” que operan de manera autónoma en el nivel medio.
Para ello, el documento destaca la necesidad de reformar la educación “intra e interprofesional” así como la
práctica “colaborativa” con el fin de “integrar plenamente los
servicios de salud bucodental en el nivel de
Atención Primaria y en sistemas de salud más amplios”. “La educación profesional en salud bucal debe ir más allá del desarrollo de un conjunto de habilidades clínicas fundamentales para
incorporar competencias de salud comunitaria, salud pública, liderazgo e investigación”, detalla el documento.
Metas para el personal sanitario en salud bucodental
Para conseguir un
modelo de fuerza laboral innovador en materia de salud bucal, la OMS ha recogido una serie de
metas globales. Por una parte, insta a fomentar paradigmas que permitan que un número suficiente de trabajadores de salud capacitados presten servicios de en esta materia como parte de
equipos colaborativos en todos los niveles de atención.
Además, aconseja actualizar las políticas de
licencias,
acreditación y
alcances de la práctica para respaldar modelos “
flexibles” de fuerza laboral y educación basada en competencias. A su vez, señala que se debe “aumentar” la capacidad para la prestación de estos servicios, ampliando la cobertura y planificando la “disponibilidad, accesibilidad, aceptabilidad y calidad” de los trabajadores para brindar
atención de salud bucal esencial a todas las poblaciones, incluyendo las más vulnerables y marginadas.
En esta línea, la OMS insta a establecer mecanismos de
acreditación y
portabilidad de licencias entre países. Para ello, es esencial además “aprovechar” la
colaboración entre ministerios y asociaciones profesionales para asegurar “la salud y seguridad ocupacional, los derechos de los trabajadores de la salud, la reducción de los prejuicios en la fuerza laboral y una remuneración adecuada”.
Junto a esto, entre las cuestiones más importantes, se destaca la necesidad de llevar a cabo una “
reforma educativa” para preparar a los estudiantes para la práctica colaborativa y la integración de la
salud bucodental en los servicios de
Atención Primaria. A su vez, esta se debe enfocar en priorizar las competencias en salud pública, la promoción de la salud y la prevención de enfermedades.
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