La
Organización Mundial de la Salud (OMS) quiere evitar a toda costa que se cumpla su previsión que apunta a que
en 2030 habrá un déficit de 18 millones de trabajadores sanitarios. Para ello, ha llamado a hacer una “inversión urgente” para crear nuevos empleos en el sector de la salud y ha apostado por hacerlo a todos los niveles: internacional, nacional, público y privado
En un informe presentado en un acto paralelo de la
Asamblea General de la ONU por la Comisión de Alto Nivel sobre Empleo en el Ámbito de la Salud y Crecimiento Económico, se prevé que la demanda de profesionales
sanitarios llegue a 40 millones en 2030, el doble que la actual.
Si no se actúa ya, para esa fecha faltarán 18 millones de trabajadores de la salud,
especialmente en países de ingresos bajos y medianos-bajos. Los retos que hacen necesario este incremento de sanitarios son principalmente el envejecimiento de la población y el aumento de enfermedades no transmisibles.
Por si el mero hecho de proteger la salud no fuera suficiente, la OMS recuerda que
“las inversiones en salud ofrecen una rentabilidad de 9 a 1” y que cerca de una cuarta parte del crecimiento entre 2000 y 2011 en países con ingresos bajos y medianos son resultado de mejoras en salud.
“Durante demasiado tiempo
los países han considerado que los profesionales sanitarios son tan solo un gasto más que gestionar y no una inversión que triplica la rentabilidad a favor de la salud, el crecimiento económico y la seguridad sanitaria mundial”, señaló Margaret Chan, directora general de la OMS.
10 objetivos
Para poder enfrentar la situación con garantías de éxito, la OMS llama a tomar medidas urgentes hasta marzo de 2018 para asumir compromisos concretos y acelerar la inversión en empleo de la salud.
Antes de que acabe este año, los vicepresidentes de la OMS, de la Organización Internacional del Trabajo y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OECD)
convocarán a las partes para elaborar un plan quinquenal para aplicar las siguientes 10 recomendaciones: estimular las inversiones para crear empleos; aumentar la participación de la mujer; potenciar la formación de los profesionales; estimular la Atención Primaria; aprovechar las tecnologías de la información para mejorar los sistemas; fomentar las competencias en emergencias de salud pública; recaudar fondos de fuentes nacionales, internacionales, públicas y privadas; promover la colaboración nacional, regional e internacional; promover el reconocimiento internacionales de las cualificaciones del personal sanitario y analizar los mercados laborales sanitarios.
En opinión de Ángel Gurría, secretario general de la OCDE, tomar estas medidas “
será un elemento crucial para promover una mejor calidad de vida y ayudar a las economías a crecer y alcanzar todo su potencial”.
La Comisión de Alto Nivel sobre Empleo en el Ámbito de la Salud y Crecimiento Económico, que presiden el presidente de Francia, François Hollande, y el de Sudáfrica, Jacob Zuma, se creó en marzo de este año para guiar a la comunidad internacional a que asuma medidas concretas de promoción al empleo de la salud.
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