La
OCDE advierte de la necesidad de mejorar la “vigilancia” de las
condiciones laborales de los trabajadores sanitarios para “evaluar tendencias” y “abordar problemas persistentes” vinculados, principalmente, a la
salud mental, padecidos por “más de la mitad de los
médicos y
enfermeras que trabajan en hospitales de los países de la OCDE”, según se indica en un informe del organismo en el que se evalúa si los entornos de trabajo en la sanidad están mejorando. Para ello, se propone que los países pongan en marcha más
encuestas para evaluar en qué condiciones trabajan estos profesionales.
En el documento sobre el
bienestar laboral sanitario, desde la OCDE se afirma que “la satisfacción en el trabajo, la salud mental y la seguridad” afectan “a la capacidad y la habilitad de los
trabajadores de la salud para brindar
atención médica de alta calidad” y, por ende, al bienestar y a la seguridad de los usuarios. “La falta de personal adecuado tiene impactos amplios en la capacidad de los sistemas de salud para brindar atención de calidad. Las escaseces generalizadas en el sector de la salud empeoran las condiciones para los trabajadores actuales, quienes pueden estar expuestos a largas horas y recursos laborales y apoyos inadecuados”, reza el documento.
No obstante, también se apunta que son “las malas condiciones laborales” las que “ponen a los trabajadores de la salud bajo estrés”. Es una reflexión que va en sintonía con lo manifestado este martes por los portavoces sanitarios en el Congreso de
PSOE y
Sumar,
Carmen Castilla y
Rafael Cofiño, respectivamente, en la Comisión de Trabajo que aprobó una Proposición No de Ley (
PNL), impulsada por los socialistas pero en texto transaccionado con Sumar, para reforzar la normativa que busca
agilizar la gestión de bajas por incapacidad temporal en cualquier nivel asistencial para, así,
desburocratizar la Atención Primaria y evitar riesgos de burnout.
Mientras que Cofiño subrayó que la mejora de las condiciones laborales de los sanitarios no depende tanto del aumento del número de profesionales, sino, entre otros aspectos, de esa desburocratización y de la
disminución de ratios asistenciales, Castilla afirmó que, para tener médicos y enfermeras “motivados”, hay que “hacer atractiva” la profesión. Son los términos empleados en el informe de la OCDE, en el que se indica que el contar con un “entorno de trabajo de alta calidad” resulta “esencial” para “atraer y retener a los trabajadores”. Cabe recordar que, tras la convocatoria extraordinaria para elegir plaza
MIR en España, han quedado
vacantes 246 puestos de Medicina Familiar y Comunitaria.
Detección de áreas sanitarias de bajo rendimiento
Para la OCDE, mejorar ese hábitat laboral “comienza contando con buenos datos”. En el estudio se explica que el
Reino Unido, los
Países Bajos,
Irlanda,
Bélgica y
Estados Unidos ya han elaborado encuestas nacionales para evaluar las experiencias y resultados de los trabajadores de la salud, ya sea antes, durante o después de la
pandemia de coronavirus. “Cada una de estas encuestas encuentra áreas de bajo rendimiento que se deben mejorar para aumentar la retención de los trabajadores de la salud en la fuerza laboral”, se apunta.
Sin embargo y a pesar de esos ejemplos positivos, también se lamenta que muchos países de la OCDE aún no han puesto en marcha encuestas de este tipo, cuyos resultados habrían de compartirse en
plataformas internacionales con el objetivo de que crear un entorno de retroalimentación de buenas prácticas.
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