¿Debe o no existir el derecho a
objeción de conciencia en la sanidad? El debate se abrió en
Twitter hace unos días cuando una facultativa mostró su disconformidad con ello. En su mensaje, se posicionaba en contra, alegando que "los
hospitales públicos deberían ser lugares estériles de idología" y añadía: "El eje principal debe ser el bienestar del paciente. A su vulnerabilidad poco le importa nuestra moralidad". Sobre ello,
Redacción Médica ha lanzado una encuesta cuyos resultados aclaran que la mayoría está en contra de la opinión de esta médica. Son pocos los que consideran que los intereses del paciente deben prevalecer por encima de las cuestiones morales de los especialistas.
En esta encuesta, en la que han participado un total de 2.566 personas, el 81 por ciento ha expresado que la
objeción de conciencia debe existir en la sanidad, tanto en el ámbito público como el privado. Consideran, por tanto, que las cuestiones éticas de los facultativos deben ser respetadas, aunque intercedan con los deseos de los
pacientes. Solo un 15 por ciento de los votantes han mostrado que el paciente debe ser prioritario y, por tanto, que la objeción de conciencia no tiene cabida en la sanidad.
El resto de los participantes, que representan el 4 por ciento de los votantes, ha expresado que las cuestiones éticas o morales de los facultativos deben tenerse encuenta, pero solo en lo que respecta a la
sanidad privada.
Opiniones contrarias sobre la objeción de conciencia
Mientras, el debate sigue abierto en redes sociales donde muchos facultativos han defendido el derecho de
objeción de conciencia. "El bienestar del
paciente es subjetivo. Si se aprueba una ley que obliga a pintar placentas, a ofrecer
homeopatía como tratamiento paliativo, a cortar una extremidad si así el paciente lo solicita... ¿Estarías de acuerdo en poder negarte?", expone Javier Pérez de Rojas, médico residente de
Medicina Preventiva.
Otra facultativa se posiciona también a favor de la objeción de conciencia en determinadas circunstancias. En su argumento, expone un caso sobre las semanas hasta las que se permite el
aborto. "El sistema debe garantizar la autonomía personal, pero no tiene por qué ser el profesional el que no duerma por la noche. Yo, por ejemplo, defiendo el aborto libre hasta la semana 12. Si cambia la ley y me dicen que forme parte de una interrupción en la semana 30, pues mira, no", asegura.
En pro de los
derechos del paciente por encima de la ética de los profesionales, son muchos los que defienden que se garanticen en todo momento que ciertos procedimientos, como aborto o eutanasia, cuentan con proferionales en todos los centros dispuestos a realizarlos. "Yo creo que un médico tiene derecho a decir que no quiere hacer un aborto o una eutanasia, pero debería ser obligatorio que siempre haya un médico que sí realizara estos procedimientos en cada hospital/clínica".
En este sentido,
Nuria Manou, referente de eutanasia del
Hospital Doctor Josep Trueta de Girona, hizo un reclamo en declaraciones a este periódico en el que pedía a sus compañeros sanitarios que
una objeción de conciencia nunca conlleve dejar una solicitud de eutanasia sin respuesta. "Un médico objetor no tiene que ser un problema, hay que dar respuesta y buscar a alguien que lo pueda gestionar".
Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en Redacción Médica está editada y elaborada por periodistas. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.