Redacción. Madrid
El cincuenta por ciento de los pacientes con diabetes mellitus que requiere de ingreso hospitalario desconoce su glucemia a partir de valores de hemoglobina glicosilada, lo que revela, cuando menos, un control inadecuado de la enfermedad. Junto con la obesidad, este defecto patológico constituye uno de los principales problemas de salud pública en las sociedades occidentales, y, por esa razón, la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) celebra este fin de semana una jornada monográfica sobre su abordaje, prevención y tratamiento.
En el encuentro, IX Reunión de Diabetes y Obesidad los días 30 y 31 de enero y en la que participan alrededor de 800 facultativos, también se presentan los resultados del estudio Midia, desarrollado por el Grupo de Diabetes y Obesidad de la SEMI. En él se han recogido datos de 1.000 pacientes con diabetes hospitalizados en los servicios de Medicina Interna de todas las comunidades autónomas. “Estos pacientes se caracterizan por presentar múltiples enfermedades concomitantes y un 30 por ciento presenta algún grado de dependencia”, según ha indicado el especialista.
Entre las conclusiones principales del estudio se recalca que existe un margen de mejora en la asistencia a estos pacientes. Otros datos destacados subrayan que, en efecto, en un 50 por ciento de los casos de pacientes hospitalizados se desconoce el control glucémico previo al ingreso según valores de hemoglobina glicosilada. Y ya durante la hospitalización, alrededor del 35 por ciento de los pacientes está con control glucémico insuficiente debido a terapias subóptimas.
IX Reunión de Diabetes y Obesidad
La Reunión de Diabetes y Obesidad organizada por la SEMI se ha convertido en un referente para la actualización y el intercambio de ideas entre los médicos que dedican su atención a pacientes con estas enfermedades. En la presente edición, un año más, participan ponentes extranjeros y nacionales de elevado prestigio científico.
“Para nosotros es una gran satisfacción poder aglutinar en esta reunión, año tras año, a médicos de diversas especialidades como medicina interna, medicina de familia, endocrinología, cardiología, cirugía vascular, cirugía bariátrica y nefrología para debatir sobre temas que nos preocupan e influyen a todos”, concluyó Ena.
“La epidemia de diabetes y obesidad que estamos sufriendo actualmente se debe, en gran medida, a los cambios en los hábitos de vida y en la alimentación. Ambos factores, unidos a la falta de ejercicio físico, contribuyen de forma directa a esta epidemia del siglo XXI”, ha añadido el coordinador del Grupo Diabetes y Obesidad de la SEMI, Francisco Javier Ena.
Por ello, se recomienda la dieta mediterránea como factor de prevención de ambas enfermedades, ya que puede reducir hasta en un 40 por ciento la posibilidad de desarrollar diabetes. “La práctica de ejercicio físico y una alimentación que incluya alto consumo de pescado, frutas y verduras, junto a grasas y antioxidantes provenientes de frutos secos y de aceite de oliva virgen extra disminuyen el riesgo de padecer diabetes relacionada con la obesidad”, ha apuntado el especialista.
El estudio Predimed, del cual se han conseguido estos últimos datos, es un ensayo clínico llevado a cabo en España en el que se demuestran los beneficios de la dieta mediterránea no sólo relacionada con la diabetes sino también con otras patologías. De hecho, la diabetes asociada a obesidad se relaciona también a otras enfermedades de gran repercusión en la calidad de vida de los pacientes como dolores articulares, síndrome de apnea del sueño, hipertensión arterial, infertilidad en mujeres por trastornos menstruales o depresión. Además, puede favorecer la aparición de determinados tumores como cáncer de mama, de colon, riñón y páncreas.