Política > Sanidad hoy

La Medicina y la Ciencia se unen para "contrarrestar" las pseudoterapias

En una declaración institucional, Sanidad, CSIC, Isciii, Fecyt y OMC plantean medidas en pro de "una buena ciencia"

Javier Padilla, Eloísa del Pino, Marina Pollán, Izaskun Lacunza y Tomás Cobo.

18 oct 2024. 17.50H
SE LEE EN 4 minutos
El Ministerio de Sanidad, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el Instituto de Salud Carlos III (Isciii), la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (Fecyt) y la Organización Médica Colegial de España (OMC) unen fuerzas para “contrarrestar a quienes apuestan por las pseudociencias y pseudoterapias”. En una declaración institucional publicada en la Revista Española de Salud Pública, las cinco instituciones expresan su “deseo y compromiso de colaboración” para “fomentar una buena ciencia y su mejor aplicación a la medicina clínica” usando, para ello, “todos los instrumentos a su alcance”.

“La ciencia proporciona información veraz para que la ciudadanía pueda adoptar decisiones informadas y responsables sobre terapias y tratamientos seguros y eficaces, así como para evitar que se ponga en riesgo su salud o su economía”, reza el texto, titulado Declaración institucional por una buena ciencia y su mejor aplicación a la medicina clínica, y firmado por Javier Padilla, secretario de Estado de Sanidad; Eloísa del Pino, presidenta del CSIC; Marina Pollán, directora del Isciii; Izaskun Lacunza, directora de la Fecyt; y Tomás Cobo, presidente de la OMC.

Planes contra la homeopatía y el resto de pseudoterapias


La declaración se publica día después de que Redacción Médica publicara la intención del Gobierno de España de trasladar a las instituciones europeas medidas para que la regulación contra la heomeopatía sea más restrictiva, tal y como confirmaron fuentes del Ministerio de Sanidad.

En lo que se refiere al plano nacional, el departamento de Mónica García se ha marcado el objetivo de acabar con los ‘chiringuitos’ de pseudoterapias abordando la reforma, pendiente desde hace tiempo, del Real Decreto de 2003 que fija las bases para autorizar establecimientos sanitarios. Cabe recordar que, en 2019, el Gobierno de España creó el plan ConPrueba para confirmar los efectos beneficiosos o nocivos de pseudoterapias. Entre otros, se impulsó un informe sobre la homeopatía, pero quedó en agua de borrajas.

Defensa del método de investigación científico


Los firmantes de la declaración institucional contra la pseudociencia defienden el “riguroso método” que la comunidad científica usa “como herramienta esencial para buscar evidencia y un conocimiento objetivo, compartido, comunicable, verificable y reproducible”.

Por ello, tanto la comunidad científica como los profesionales de la salud “reprueban” las pseudociencias o pseudoterapias “sobre las que, o bien no existe evidencia probada, o sobre las que la evidencia existente concluye que no son útiles e incluso que pueden ser perjudiciales para la salud”. Al respecto, lamentan que su éxito “con fines de lucro” se base en “la ausencia de información accesible” y en “la desesperación de personas que padecen enfermedades” prometiendo “resultados seductores” que, en realidad, son falsos.

Frente a ello, en la declaración se manifiesta el compromiso conjunto de los firmantes para “garantizar la integridad, la ética y la calidad del proceso de generación, difusión y aplicación del conocimiento al ámbito clínico y de la Salud Pública”.

En esa línea, se plantean medidas cientificomédicas basadas en diversos pilares como basar las prioridades en políticas de investigación en “las necesidades de salud y bienestar”, mantener actualizadas las competencias metodológicas en investigación de las comunidades científica y clínica, mejorar la “comprensión e interpretación crítica” de la literatura científica en el ámbito profesional sanitario e introducir cambios en la evaluación del desempeño de los grupos de investigación para “priorizar la calidad y pertinencia de los trabajos” frente a la cantidad, entre otras.

Ciencia y Medicina forman un binomio esencial para el progreso del conocimiento biomédico, para mejorar la salud y los servicios sanitarios y para enfrentar juntos los graves desafíos que nos trae la posmodernidad:  distorsión y manipulación del proceso investigador (mala ciencia) o de la aplicación del conocimiento a la práctica clínica (medicina alejada de la evidencia)”, se concluye en la declaración.

Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en Redacción Médica está editada y elaborada por periodistas. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.