Un equipo médico ha dejado a un paciente en animación suspendida, una técnica en la que
se ralentizan los procesos vitales, con el objetivo de
reparar lesiones graves que de otro modo causarían la muerte.
Este ensayo, realizado por el
equipo de la facultad de Medicina de la Universidad de Maryland, ha conseguido colocar a, por lo menos, un paciente en este estado, que ha sido calificado de
"un poco surrealista" por los propios médicos que lo practicaron, según ha revelado Samuel Tisherman, de la Escuela de Medicina de la Universidad, a
New Scientist.
La técnica, que oficialmente se llama
preservación de emergencia y reanimación (EPR), se ha llevado a cabo a pacientes del Centro Médico de la Universidad de Maryland que presentaban traumatismos agudos como un ataque cardiaco, un disparo o una herida de arma blanca.
Enfriar a la persona
El EPR debe enfriar rápidamente a la persona mediante la
sustitución de la sangre del paciente por salina helada. Gracias a ello, el enfermo
pierde prácticamente toda su actividad cerebral y, de ese modo, se consigue la bajada de la temperatura de forma tan abrupta. Tras este proceso, el enfermo es trasladado al quirófano, donde el equipo médico dispone de dos horas para realizar la operación.
Tisherman ha señalado que inició la investigación tras encontrarse con un joven que fue
apuñalado en el corazón. "Era un hombre joven y saludable unos minutos antes y, de repente, estaba muerto.
Podríamos haberlo salvado si hubiéramos tenido suficiente tiempo", destaca el investigador.
"Estamos tratando de ganar tiempo para salvar vidas", ha recalcado Tisherman para destacar que se encontraban al principio de esta investigación, dado que todavía no está claro
cuánto tiempo puede pasar un paciente en EPR. Es más, el EPR debe ser estudiado con profundidad, ya que cuando las células se empiezan a calentar una vez que el proceso de enfriamiento se revierte pueden producirse lesiones por reperfusión.
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