La
inflación sigue contenida en el ámbito de la sanidad, cuyos precios se encarecieron el pasado noviembre a un
ritmo del 0,1 por ciento. Este ligero aumento viene motivado especialmente por el coste de los servicios hospitalarios, según se desprende de los datos del
Índice de Precios de Consumo (IPC) publicado este jueves por el
Instituto Nacional de Estadística (INE). Respecto al mismo periodo del año anterior, el IPC sanitario ha avanzado al
2,1 por ciento.
El
IPC sanitario sigue, en cualquier caso, alejado del indicador de la inflación nacional, que este noviembre se situó en el
3,2 por ciento (tres décimas menos que el mes anterior). En el caso del sector de la salud, el avance es de apenas una décima, aunque se mantiene el
‘goteo’ inflacionista característico de este 2023.
De hecho,
el IPC armonizado no ha dejado de crecer durante este ejercicio en la sanidad a excepción de los meses de octubre y agosto, en los que el índice quedó ‘congelado’. La subida más significativa, en cualquier caso, fue del
0,4 por ciento el pasado marzo.
El incremento de noviembre se explica, en su mayor parte, por el encarecimiento de los
servicios hospitalarios, que aumentó en cuatro décimas. No obstante, los
productos, aparatos y equipos médicos se quedaron congelados.
Inflación de la sanidad respecto a 2022
A
nivel interanual, el encarecimiento de los precios es más sensible en la sanidad. En concreto, el avance es del 2,1 por ciento, una décima menos que en octubre.
El ritmo del IPC sanitario se ha mantenido a grandes rasgos estable a lo largo de los últimos meses del ejercicio después de un primer semestre de constantes subidas (se pasó
del 1,2 de enero al 2 por ciento de junio). En noviembre ha crecido significativamente el precio de los
servicios hospitalarios (2,3 por ciento) pero también el de los
productos y aparatos médicos (1,2).
IPC de noviembre en España
El
Índice de Precios de Consumo (IPC) bajó un 0,3 por ciento en noviembre en relación al mes anterior y
recortó tres décimas su tasa interanual, hasta el 3,2 por ciento, debido al abaratamiento de los carburantes, los paquetes turísticos y los alimentos, que moderaron su crecimiento medio punto, hasta el 9 por ciento.
Esta evolución en los alimentos se debe, según el INE, a la bajada de los precios del pan y los cereales y de la leche, huevos y queso, y a que los precios de la carne subieron en noviembre de este año menos de lo que lo hicieron en igual mes de 2022.
De las 199 subclases de productos del IPC, 169 han incrementado sus precios en tasa interanual, 26 los han bajado y cuatro no han registrado variación. En tasa interanual, lo que más ha subido de precio son el
aceite de oliva (+66,7 por ciento); los
paquetes turísticos nacionales (+21,4 por ciento); el
arroz (+17,1 por ciento); las
legumbres y hortalizas (+16,8 por ciento) y los
productos de confitería (+16,6 por ciento).
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