En un contexto, el de los últimos años, marcado por la
inflación, el sector profesional de la
sanidad y los servicios sociales fue el que perdió más poder adquisitivo entre 2017 y 2022, un 6,6 por ciento. Es uno de los datos que recoge el informe
Monitor Salarios, de
The Adecco Institute, publicado recientemente.
El dato negativo del
poder adquisitivo del ámbito sociosanitario se registró pese a que el
salario medio en el sector aumentó un 4 por ciento en 2023 hasta alcanzar los 1.979 euros al mes de media, una cifra que sólo sirvió para maquillar la estadística.
En cualquier caso, el
sueldo de la sanidad y los servicios sociales se encuentra por debajo del salario medio en España, que, según la
Encuesta de Estructura Salarial, es de 21.600 euros brutos anuales, si bien el más frecuente es el de 18.500 euros. Los trabajadores del
sector sociosanitario se hallan en el 75 por ciento de empleados que cobran menos de 32.385 euros brutos al año.
En el documento se explica que, según datos de la
OCDE, el salario medio real, ajustado por inflación, se ha mantenido prácticamente estancado en España durante los últimos 30 años, mientras que en las economías de la OCDE ha aumentado un 32 por ciento en el mismo periodo.
En la lista de sectores con mayor pérdida de poder económico, al sociosanitario le siguió el
manufacturero, con un 6,3 por ciento de caída; las
industrias extractivas, con un 5,8 por ciento, y el ámbito de
las finanzas y los seguros, con un 5,6 por ciento.
En el otro lado de la balanza, el positivo, las secciones de actividad económica cuyos trabajadores ganaron en poder adquisitivo -entre 2018 y 2023, en este caso- fueron el
sector inmobiliario, con un 8,3 por ciento; la
Educación, con un 4,9 por ciento; un grupo que el informe cita como otros servicios, con un 4,2 por ciento; y los empleados de
administraciones públicas, con un 3,5 por ciento.
Análisis de la economía en los últimos años
En el informe, Adecco resalta que estos datos se dan en un ecosistema económico en el que los
costes laborales están aumentando más rápidamente que los
precios de venta de las empresas, por lo que, en definitiva, sus márgenes de beneficio se están reduciendo.
A esta circunstancia se añade el hecho de que la
productividad por empleado no ha recuperado sus niveles
prepandemia. Está disminuyendo, de hecho. El dato medio del cuarto trimestre de 2023 no sólo fue un 4 por ciento inferior a la del mismo período de 2019, sino que cayó un 0,6 por ciento en comparación con el último trimestre de 2022.
“En tiempos en los que es necesario atraer y retener talento, la retribución y la formación son elementos clave en la gestión de personas”, reza el informe antes de apuntar que los datos de los Estados miembro de la
Unión Europea muestran una correlación positiva entre la productividad laboral media y la cualificación.
En el caso de España, la productividad, medida en términos de
PIB por persona ocupada, se estima en 69.871 euros -con un aumento interanual del 5,8 por ciento-, cifra que se sitúa por debajo de países como
Italia -con una subida interanual del 2,7 por ciento-,
Francia -un 5,3 por ciento más- y
Alemania -un 5,2 por ciento más-.
A ello hay que sumar el continuo incremento del
consumo público, que, de acuerdo al informe, en los tres últimos trimestres creció más rápidamente que el PIB. “El impacto es significativo: si se excluye el consumo público de la demanda, se observa que el crecimiento del segundo semestre de 2023, en lugar de ser del 1,8 por ciento, habría sido del 0,9 por ciento, es decir, la mitad”, dice el documento.
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