Los
médicos de Ceuta y Melilla ya arrastran casi
medio año de huelga, ante la negativa del ministro de Sanidad en funciones,
José Miñones, para sentarse a negociar una mejora de sus condiciones laborales en las dos ciudades autónomas que están bajo su competencia. Los datos registrados por los sindicatos cifran el impacto de los parones en la
cancelación de 11.000 consultas, así como la suspensión de más de
370 intervenciones quirúrgicas que deberían haberse producido desde el mes de marzo cuando arrancaron las protestas.
El presidente del Sindicato Médico de Ceuta,
José Enrique Roviralta, ha advertido a
Redacción Médica que esta realidad ha convertido la huelga en la más duradera de la sanidad pública, superando los parones que se repitieron en varias comunidades autónomas a lo largo del último año. “Con diferencia es la más larga de España y
no creo que en el mundo se dé una situación similar”, ha subrayado el líder sindical.
Las dificultades para acceder a una consulta se han exacerbado en algunas áreas concretas como el
Servicio de Dermatología del Hospital Universitario de Ceuta que desde el mes de julio
no cuenta con especialistas para atender a los pacientes
. La
designación de uno de los facultativos como senador tras las elecciones generales y la situación de conciliación familiar de otro de los integrantes del equipo han dejado a cero el departamento.
Roviralta ha advertido que los responsables sanitarios han optado ya directamente por cancelar varias especialidades para evitar que se engrosen las cifras personas a la espera de una consulta. “
Están cerrando agendas para no crear listas de espera”, ha lamentado el presidente del Sindicato Médico de Ceuta.
“Para más inri, el Instituto Nacional de Estadística (INE) acaba de publicar que
Ceuta es la comunidad autónoma donde sus ciudadanos tienen la menor esperanza de vida, además de tener la ratio más baja de médicos por pacientes y la Sanidad peor calificada de España por la Unión Europea”, ha agregado el líder sindical.
Seis meses de huelga médica
Los médicos de Ceuta y de Melilla iniciaron su huelga el pasado
9 de marzo con el objetivo de reclamar al Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa) la supresión de las
penalizaciones económicas vigentes en los dos territorios por compatibilizar el trabajo en la pública y la privada. A su juicio, se trata de un agravio comparativo con otras comunidades que representa un recorte de cerca de
700 euros mensuales en la nómina de los facultativos.
Los convocantes de la huelga han advertido que se trata de un
“desincentivo” más en una zona que ya de por sí ha sido calificada como de
“difícil cobertura” debido a los problemas de comunicación y de transporte con la península, que ponen en jaque las posibilidades de captar talento médico procedente de otros territorios nacionales.
Tras casi medio año de huelga y después de que
el caso se haya trasladado incluso al Parlamento Europeo para buscar una solución, desde el área sindical han lamentado que no se haya producido en las últimas semanas ningún movimiento por parte del ministro de Sanidad en funciones,
José Miñones, a pesar de que sigue contando con competencias para desarticular el conflicto.
“No vemos voluntad”, ha concluido Roviralta.
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