“Entre en 30 y el 40 por ciento de los varones mayores de 50 años van a presentar los síntomas de la Hiperplasia Benigna de Próstata (HBP)”, afirma Francisco José Brenes, coordinador del Grupo de Urología de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen). Para éste, el protocolo ‘Criterios de derivación en HBP para AP’ es “un referente, no solo de diagnóstico sino de seguimiento”. “Ha aportado un nivel de coherencia en el diagnóstico que es esencial”, añade.
El especialista aclara que la epidemiología de la HBP no es una cuestión simple: “Los datos no están claros y no hay total unanimidad a la hora de diagnosticar”, señala Brenes. “Si nos centramos en estudios que aborden el crecimiento de la próstata, la incidencia que van a arrojar va a ser del ochenta o noventa por ciento; pero si van por otro lado, los datos no son tan elevados”, matiza el facultativo.
Brenes también recuerda que la presencia de la HBP tiene mucho que ver con la dieta, ya que algunos estudios han demostrado que en países como China o Japón su incidencia es menor: “Hay una serie de recomendaciones higiénicas y de dieta que son clave para esta enfermedad, como comer verdura, que en esos países es habitual”.
La importancia de una detección precoz, por tanto, radica “en que con esos síntomas no siempre va a ser una HBP, y es bueno descartar a tiempo otras patologías”. Por ello, “a partir de los cincuenta se le debería preguntar a todos los pacientes, por sistema, en Atención Primaria”, cuenta Brenes. El especialista añade que, de hecho, se trata de “una enfermedad que se empieza a conocer ahora”, y en la que el afectado “llega a la consulta del médico cuando ya tiene síntomas molestos”.
ESP/DUTT/0024/16ak 04/2016
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