¿Qué factores influyen a la hora de determinar el
grado de ‘penosidad’ de un oficio? Hace años que el debate se instauró entre médicos y enfermeros, que reivindican para sí mismos la potestad que tienen en otras profesiones para
jubilarse antes de los 65 años sin que ello suponga una merma en su pensión. La alta carga de trabajo y los turnos extenuantes, especialmente los que tienen lugar en horario nocturno, constituyen los principales argumentos de los sindicatos, que sin embargo ponen sobre la mesa otro tipo de indicadores, incluido el
alto grado de feminimización que impera en el sector sanitario.
Esta misma semana, a instancias de una proposición del PSOE relativa a la situación de los
bomberos forestales, el Congreso de los Diputados ha abordado la posibilidad de rebajar la edad mínima del acceso a la jubilación anticipada en nuevos grupos profesionales “cuyos trabajos sean de naturaleza excepcionalmente penosa, tóxica, peligrosa o insalubre". En este sentido, los socialistas apelan a la
Ley General de la Seguridad Social, que establece que abre la puerta a establecer
coeficientes reductores y anticipar la edad de jubilación.
Se trata también de una reivindicación 'histórica' de los profesionales de la salud. En este sentido, desde UGT ponen el foco en el grado de feminización de la profesión. En estos momentos, según asegura
Cristina Estévez, secretaria de Política Institucional y Políticas Territoriales, la organización sindical, que no ha comenzado a trabajar en estos indicadores, está analizando todos los expedientes que se presentaron bajo el reglamento que desarrolla la tramitación de las jubilaciones anticipadas por razón de actividad de 2011. Para el sindicato, los indicadores tienen que estar “exentos” de cualquier interpretación o y subjetividad. Algo que, según Estévez,
“no ocurría con la anterior norma”.
“Tienen que ser indicadores claramente objetivos que lleven
aparejados el género y la edad, puesto que lo que hemos analizado son circunstancias especialmente penosas en determinadas profesiones por ser
especialmente femenizadas”, añade la secretaria, confirmando que no existe fecha para la próxima Mesa: “Estamos en Comisión Técnica para la resolución de esos expedientes, pero no hay fecha para la próxima reunión”.
En cualquier caso, subraya Estévez, en la actualidad el sindicato está "analizando todos aquellos expedientes que se prestnaron con el
reglamento de 2011". "Es cierto que el Gobierno nos presentó un primer borrador del nuevo reglamento, pero nosotros nos hemos negado a hacer ningún tipo de alegación en tanto en cuanto no resolvamos la primera parte que es la resolución de expedientes iniciados al albur de la normativa vigente hasta ese momento", concluye.
Trabajo sin cotizar, peligrosidad y nocturnidad
La reclamación de UGT se suma a las
reivindicaciones ‘tradicionales’ de los sindicatos, que apuntan a la nocturnidad, la exposición a riesgos biológicos propia de determinadas profesiones y las guardias como principales
factores de penosidad de la profesión de los sanitarios. “No inventamos nada nuevo, estos componentes se tienen que tener en cuenta como indicadores para la jubilación”, expone
Isabel Moya, vicepresidenta primera del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (Cgcom), quien incide en que las guardias médicas “son obligatorias” en la mayoría de los casos “pero no sirven para cotizar”. “No puede ser que esto no se contemple a la hora de adelantar la edad de retiro”, zanja.
Para el Sindicato de Enfermería (Satse), debe realizarse un
análisis “detallado” de la realidad laboral del colectivo profesional que demanda poder tener acceso a la jubilación anticipada voluntaria. El sindicato enfermero considera “fundamental” que se contemplen los siguientes indicadores: riesgos laborales (biológicos, químicos, ergonómicos, físicos, mecánicos, psicosociales…), turnicidad, trabajo nocturno, tasa de morbilidad y mortalidad, índice de accidentes de trabajo, índice de enfermedades profesionales, penosidad, habilidades técnicas, atención continuada, y exposición al dolor, sufrimiento e, incluso, la muerte.
Son los mismos factores a los que apunta
Humberto Muñoz, responsable de la Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CCOO, quien desliza también la “alta responsabilidad en la toma de decisiones” como factor de penosidad. La central subraya, en cualquier caso que su propuesta “cerrada” la presentarán en una mesa del ámbito de la negociación que, denuncia el propio Muñoz, todavía no tiene fecha.
Procedimiento para establecer coeficientes reductores
“Este cambio de procedimiento tiene mucho calado, porque ahora depende también de la voluntad de la empresa”, indica
Fernando Hontangas, responsable de sanidad de la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF). No obstante, considera que sus demandas al Gobierno para iniciar los estudios que determinen los nuevos indicadores, “al haberlas hecho antes de ese cambio de
la Ley 21/21”, deben llevarse a cabo “a partir de esta solicitud de los trabajadores”.
“Históricamente todas las profesiones con coeficientes reductores han sido por penosidad de los puestos de trabajo. ¿Y qué se evalúa? Desde la carga de trabajo hasta los
índices de toxicidad de los productos que se manejan o los esfuerzos ergonómicos a los que estén expuestos los trabajadores”, subraya Hontangas, quien destaca que a partir de determinada edad “ese factor de penosidad es mucho más alto que la media” en profesionales como los de Enfermería y TCAE.
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