La joven que falleció este jueves en Madrid aplastada por un árbol que cayó por las fuertes rachas de viento, era biomédica y trabajaba en una multinacional farmacéutica. Se llamaba Júlia Rodríguez Maeso, tenía 23 años, y ocupaba un puesto como becaria en el departamento de Marketing y Neurociencia del mencionado laboratorio, según informa El Mundo.
Previamente había ejercido como estudiante en prácticas en el Hospital Clínic de Barcelona, donde participó en un estudio traslacional en la Unidad de Trastornos Bipolares y Depresivos. Una ocupación a la que siguió un periodo donde ejerció como Ejecutiva de cuentas.
Graduada en Ciencias Biomédicas por la Universidad de Barcelona y con un máster en Farmacia y Biotecnología, la joven llevaba nueve meses en su actual puesto de trabajo enfocado al área de la Neurociencia.
Desde la compañía farmacéutica en la que Júlia trabajaba, Novartis, han trasladado sus más sinceras condolencias a sus familiares y amigos, así como todo su cariño en estos momentos tan difíciles.
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