Una de las medidas que recoge el borrador del nuevo Estatuto Marco elaborado por el Ministerio de Sanidad y que ha generado más controversia entre las comunidades autónomas es la
exclusividad de los jefes de Servicio. El departamento liderado por
Mónica García busca 'revolucionar' la forma de trabajar en el Sistema Nacional de Salud (SNS) a través, entre otros, de este mecanismo. "Más allá de recuperar el complemento,
va a haber una exigencia de exclusividad para los puestos directivos profesionales, como son los jefes de Servicio", manifestó García a mediados de enero. Una postura que, a diferencia de otras cuestiones en que se muestra abierta a dialogar, por el momento parece inamovible a tenor de sus declaraciones posteriores.
La reacción de las comunidades autónomas, que tienen las competencias de sanidad, no se ha hecho esperar y
la mayoría de las que se han pronunciado, gobernadas por el Partido Popular, han criticado el planteamiento del Ministerio de Sanidad. El conselleiro de Sanidade de la Xunta de Galicia,
Antonio Gómez Caamaño, ha rechazado la propuesta de Sanidad de prohibir que los
jefes de servicio de la sanidad pública puedan también ejercer en la privada.
"Lo que estás haciendo es, realmente, favorecer que los profesionales de prestigio, profesionales que lideran muchos servicios,
acaben optando por desplazarse a la Medicina privada", ha señalado. Ese temor, que coincide con los colegios en que la medida del Ministerio podría tener un efecto contrario al deseado, aumenta con la
retribución de estos profesionales.
"Cómo se va a pagar el trabajo a mayores", se pregunta Gómez Caamaño, de los jefes de servicio, si se considera que solo se puede dedicar a la pública bajo la idea de que su puesto es "tan importante que no puede cumplirlo en su horario habitual, de 8 a 15 horas".
Por su parte, el consejero de Sanidad de la Junta de Castilla y León,
Alejandro Vázquez, comparte la opinión de su homólogo gallego. "Es una medida que no está bien reflexionada, que está muy lejos del conocimiento de cuál es la situación de la sanidad y la de los médicos, y
tiene un riesgo importante", ha argumentado.
Vázquez ha indicado que "se ha pensado que se queden en la sanidad pública y la desarrollen exclusivamente", en base a la propuesta de Sanidad, "pero también corremos el riesgo de que grandes profesionales, las personas con mayor prestigio,
tomen la decisión de irse a la privada, lo que puede mermar el sistema sanitario público". En ese sentido, el consejero de Sanidad se ha mostrado abierto a discutir la medida. "
Todo se puede hablar, estudiar y dialogar, con las comunidades autónomas y con el resto de colectivos", ha puntualizado.
En el caso de la consejera de Sanidad del Gobierno de la Comunidad de Madrid,
Fátima Matute, ha opinado que "en un momento en el que tenemos un SNS tensionado con falta de recursos económicos y recursos humanos,
el prohibir o restringir no hace otra cosa que consigamos el efecto contrario y que nuestros profesionales, en vez de retenerlos, huyan". Además, Matute ha añadido que está "absolutamente en contra de coartar la
libertad individual en una profesión que por su idiosincrasia siempre ha podido trabajar en la pública y en la privada, en la que hay que velar por la ética y la responsabilidad profesional, premiar la productividad y perseguir la indolencia".
En esa línea, la Comunidad de Madrid está a favor "de que
nuestros profesionales tengan las mejores condiciones tanto monetizables como no monetizables, y vamos estar a su lado para trabajar. No vamos a permitir restricciones, coartar voluntades y vamos a
estar al lado de la libertad, de la responsabilidad, de la ética y de la excelencia que tienen todos nuestros profesionales", ha concluido Matute.
Sin posicionarse sobre la exclusividad de los jefes de servicio en la sanidad pública,
el Departament de Salut de Catalunya ha manifestado a
Redacción Médica que trabaja "para ofrecer las
mejores condiciones laborales a toda su plantilla de profesionales, incluidos los jefes de servicio". Por su parte, Andalucía y La Rioja han descartado valorar esta cuestión, mientras que el resto de comunidades autónomas no han contestado a la consulta de este periódico.
Exclusividad en tres CCAA
Durante su argumentación, García remarcó que
los jefes de servicio "no podrán compatibilizar su trabajo en la sanidad pública con trabajos fuera de ella", aludiendo que es "completamente entendible" porque "los puestos de responsabilidad dentro del SNS tienen ya suficiente trabajo, y tienen que tener una mirada y una dedicación exclusiva al sistema sanitario". En ese sentido, la ministra de Sanidad mencionó que hay
países en los que ya existe esta normativa.
También en España hay casos. Si en 2017 había
seis comunidades en las que los jefes de servicio no podían compatibilizar su actividad en la sanidad pública con la privada -Andalucía, Aragón, Asturias, Murcia, la Comunidad Valenciana y Extremadura-,
actualmente Extremadura, Navarra y Murcia mantienen esta incompatibilidad.
La Consejería de Salud y Servicios Sociales de Extremadura aclara que el Servicio Extremeño de Salud
"ya exige a los jefes de servicio no trabajar en la privada", en base al decreto de 2006, establecido por la Junta, que requiere de la dedicación exclusiva a la sanidad pública para los responsables de las secciones hospitalarias.
Sin embargo, el Sindicato Médico de Extremadura (Simex-CESM)
ha tildado de "ocurrencia" la propuesta del Ministerio de Sanidad, cuestionando en un comunicado si "los jefes médicos trabajan en la privada (¿todos?) y que los nuevos especialistas se van a trabajar a la privada (¿todos?)".
Por su parte,
la normativa vigente en Murcia data de 2016, introducida por Ciduadanos, y afecta a aquellos sanitarios que tengan asignado complemento de destino 28 o superior. No obstante, Vox ha registrado este enero en la Asamblea Regional una reforma de la Ley de personal estatutario del Servicio Murciano de Salud para que los jefes de servicio puedan compatibilizar su trabajo en la sanidad pública con la sanidad privada. De hecho, este mismo jueves
el Gobierno de la Región de Murcia eliminará la incompatibilidad entre la sanidad pública y la privada.
También Navarra tiene la exclusividad para los sanitarios cuyo complemento específico se sitúa en el 45 por ciento y una incompatibilidad para quien supera el 35 por ciento.
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