La propuesta del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones de
flexibilizar las bajas médicas continúa en el centro de debate en el sector sanitario, que discute tanto su
viabilidad como qué especialista debe asumir el control de la misma. Por este motivo,
Redacción Médica ha consultado a una médica inspectora de la Administración de la Seguridad Social, quien, además de considerar que se trata de una medida “desconectada de la realidad”y “abocada al fracaso”, pone el foco en que la gestión de estas incapacidades temporales debe estar en mano de los conocidos como “
tribunales médicos”, un órgano que ha sido suprimido por este Ministerio y que ha llevado a estos profesionales a seis jornadas huelga.
La responable de esta Cartera,
Elma Saiz, enmarca esta medida dentro de la
reforma de la incapacidad temporal (IT) en la que trabaja, cuyo objetivo es
flexibilizar el retorno al trabajo de aquellos trabajadores que se encuentran en baja médica. El plan es que, bajo determinadas condiciones y de forma voluntaria, los empleados puedan
reincorporarse de manera paulatina. Según la inspectora médica (que ha preferido declarar de forma anónima) esta propuesta no tiene en cuenta los graves
problemas estructurales del sistema de IT y podría “empeorar” la situación de muchos trabajadores.
“Es otra medida
desconectada de la realidad del país, que no resuelve los verdaderos desafíos del sistema sanitario”, asegura. Para la especialista, el principal problema es que el sistema de IT ya está sometido a una presión extrema debido a la
falta de personal y recursos, una situación que se ha agravado tras la pandemia.
¿Qué médicos deben gestionar las bajas flexibles?
El debate respecto a qué médicos deberían hacerse caso de la
gestión de las bajas flexibles también se ha abierto. Para Saiz, esta medida debería ser ejecutada exclusivamente por los
médicos de la sanidad pública, pero el resto de profesionales del sector no se han mantenido al margen.
La
Asociación Española de Especialistas de Medicina del Trabajo (Aeemt) considera que los tenientes de la especialidad deben tener un papel importante en el acompañamiento de las personas que vuelven de la baja médica. “Tienen que contar con nosotros, ya que somos los que podemos hacer recomendaciones de
flexibilidad y de limitaciones de tareas dentro de los puestos de trabajo”, ha valorado el presidente de la entidad, Juan Carlos Rueda.
Por su parte, los especialistas de
Medicina Familiar y Comunitaria requieren que se especifiquen los puntos clave de la medida. Por ello, la Sociedad Española de Médicos de Familia y Generales (SEMG) ha pedido que se constituya un
grupo de trabajo en el que se pueda estudiar a fondo la iniciativa.
En la misma línea, la inspectora médica de la Seguridad Social aboga por “
equipos multidisciplinares” que se hagan cargo de la gestión de este tipo de incapacidades, ya que para ella, “no es suficiente que solo los médicos del sistema público de salud se encarguen de este tipo de bajas” y recuerda que estos grupos “ya existen” y que son los
Equipo de Valoración de Incapacidades (EVI), más conocidos como tribunales médicos. Este es un tema de controversia en el sector, que ha secundado
seis jornadas de huelga desde hace más de un año, reclamando una solución a la
supresión de los tribunales médicos para las bajas laborales entre los 12 y los 18 meses de duración, cuya competencia colegiada se ha trasladado al criterio único de un solo médico-inspector, entre otros aspectos.
En concreto, estos equipos están formados por un
médico inspector del INSS que trabaja con un médico
inspector del Servicio Público de Salud junto a un Inspector de Trabajo; un presidente (que suele ser un subdirector de IP y que tiene voto de calidad, es decir, en caso de empate su voto vale por 2); y un secretario, que suele ser un letrado.
Es por esto que la inspectora médica denuncia que las bajas médicas flexibles son una
medida económica que ignora los aspectos médicos y humanos. “Tras la crisis sanitaria, el gasto en IT se ha disparado, y el Gobierno
busca reducirlo a toda costa, pero lo hace sin contar con los profesionales que realmente gestionan estas bajas”, explica. “Además, implicar a las empresas en la reincorporación de trabajadores sin suficientes garantías médicas
es una receta para el desastre”, advierte.
Riesgos de la baja médica flexible
Para la médica inspectora esta medida podría llegar acompañada de una serie de
riesgos. Uno de los principales es que, al
flexibilizar las bajas médicas, se podría “forzar” a los trabajadores a
reincorporarse s
in haber completado su recuperación.
“El sistema actual ya presenta grandes deficiencias en cuanto a la supervisión de la
Ley de Prevención de Riesgos Laborales (LPRL), tanto en el sector público como privado. Adelantar las reincorporaciones sin garantizar que el puesto de trabajo esté adaptado a las limitaciones del trabajador es
poner en riesgo su salud y generar mayor inestabilidad laboral”, advierte.
Reformas en el sistema de incapacidad temporal
Por este motivo, para la inspectora médica, la solución no pasa por implantar bajas flexibles, sino por una serie de
reformas profundas en el sistema de incapacidad temporal. Para ello, propone
aumentar las plantillas y los recursos en el Servicio Público de Salud para
agilizar las pruebas diagnósticas y reducir las listas de espera.
Además, considera que se debe velar por un cumplimiento real y efectivo de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales en todas las empresas, con especial atención a los
riesgos psicosociales; y reforzar el personal de la inspección médica del INSS, permitiendo una
valoración más temprana y eficaz de las situaciones de incapacidad temporal y facilitando también a
Atención Primaria la gestión de las mismas. “Las valoraciones deben realizarse a los 6 meses de baja, no a los 18, como establece el último cambio normativo”, subraya.
Junto a esto, señala la necesidad de crear
mecanismos ágiles de comunicación entre los servicios de salud y la inspección médica para
acelerar las pruebas diagnósticas y los tratamientos en casos de demora. “Sin un aumento de recursos humanos y materiales, y sin mejorar la coordinación entre todos los actores implicados, no se pueden implantar medidas como las bajas flexibles. De lo contrario, estaremos simplemente
maquillando un problema mucho más profundo”, concluye la especialista.
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