Dos posiciones. Dos vistas. Dos caras de una misma moneda. En
Muface, la mutualidad que dota de asistencia sanitaria a cerca de un millón y medio de personas (entre titulares y beneficiarios) coexisten dos perfiles muy diferenciados. Por un lado, el arquetipo de mutualista:
mayor de 55, que opta por el modelo privado (es decir, el de la cobertura sanitaria de las compañías aseguradoras). Y, por el otro, los
jóvenes, que escogen la sanidad pública frente a la privada. En medio de la crisis sin precedentes que atraviesa el modelo desde el pasado octubre,
Redacción Médica ha enfrentado las posiciones de estos
dos perfiles para que relaten cómo han vivido el que ya es uno de los capítulos más importantes de la historia de
Muface.
La crisis de Muface
Javier Riesco (Salamanca, 55 años) cumple con todos los
requisitos del mutualista medio. Se encuentra en una de las franjas de edad con mayor número de titulares dentro de la cartera de adscritos a Muface. Él entró a la mutualidad hace casi dos décadas, cuando se sacó la plaza como funcionario público. Por entonces, recuerda, al adscribirse en Muface escogió la cobertura sanitaria privada. “
Es un derecho heredado que hemos adquirido los mutualistas. No nos lo pueden quitar”, recalca a este periódico.
De hecho, cuestionado por la
crisis sin precedentes que ha atravesado el modelo desde el pasado octubre, Riesco relata cómo ha vivido los últimos meses. “He tenido
muchísima incertidumbre por saber qué pasaría con mi asistencia sanitaria. Con todos los
cambios que ha habido en Muface, las noticias diarias, el cansancio que me ha generado…”, explica.
Su caso, al igual que el de muchos de los mutualistas que cumplen con las características de su perfil, dista en gran medida de la posición de Diana Cruz (Ciudad Rodrigo, 35 años). A pesar de que a los dos funcionarios, ambos docentes, les separan justo 20 años, lo cierto es que en los referente a la
crisis de Muface se sitúan en las antípodas. “A mí
la crisis no me ha afectado. No le he dado muchas vueltas”, comenta Cruz, mutualista que optó por la sanidad pública cuando se sacó la plaza hace ocho años, a
Redacción Médica.
¿Sanidad pública o privada?
A lo largo de toda la crisis, que ya se ha alargado durante casi cinco meses, esta profesora apunta un solo temor. “Me ha dado miedo que la crisis de Muface explotase, que la sanidad privada desapareciese y que
pasasen a todos los mutualistas a la pública. Eso sería el colapso”, subraya. A ello, añade: “Si las empresas tienen que desaparecer de la mutualidad, que sea de una forma ordenada. No pasarlos a todos de golpe”.
Tanto Riesco como Cruz coinciden: Muface tiene que sobrevivir con los dos modelos, el público y el privado. “El concierto no puede subsistir si uno de los dos desaparece, es la clave de su supervivencia”, explica el docente.
Asimismo, otra de las cuestiones en la que ambos coinciden consiste en el futuro de la ya tercera licitación del modelo.
“Saldrá adelante”, sentencia Riesco. Cruz, por su parte, añade que “no se puede dejar a un millón y medio de mutualistas y sus familias desamparados”.
Durante las conversaciones mantenidas con
Redacción Médica un aspecto resulta llamativo. Parece que
ambos han vivido realidades distintas. Cruz se ha mostrado más indiferente a todo lo sucedido. Al menos, hasta que se planteó a mediados de noviembre la posibilidad de derivar a
todos los mutualistas a la seguridad social. Riesco, en cambio, ha seguido la última hora de la crisis del concierto sanitario desde el 2 de octubre, cuando el Gobierno y las aseguradoras forzaron un parón en las negociaciones de Muface. Y los dos son conscientes de ello: “
No hemos vivido lo mismo”.
El futuro de Muface
Concierto, licitación e incertidumbre han sido algunas de las palabras más repetidas en los últimos meses. Y
crisis. Muface se ha enfrentado a la situación más compleja que ha vivido el modelo de mutualismo administrativo
desde su creación en 1975. Han hecho falta tres primas y tres procesos licitadores para que una mínima luz se asome al futuro de la mutualidad. Sin embargo,
aún no hay nada firme.
Los terceros pliegos de Muface contienen aspectos que cuentan con el
visto bueno de algunas aseguradoras. Entre ellos, el
aumento de la prima hasta el 41,2 por ciento, el reequilibrio económico en caso de pérdidas o el incremento de la prima por tramos de edad.
Estos aspectos, de hecho, le han resultado atractivos a
Adeslas, la aseguradora que hasta ahora aglutinaba al 47 por ciento de los mutualistas. El pasado jueves la compañía confirmó que se presentaría a la ya tercera licitación de Muface.
Además, como ha podido confirmar
Redacción Médica, el resto de las aseguradoras presentes en el último contrato de Muface junto a Adeslas (Asisa, y DKV), que tuvo lugar de 2022 a 2024, y que ahora se encuentra en un momento de prórroga hasta la firma del nuevo convenio,
no son las únicas que han mostrado
interés en los terceros pliegos. A ellas se han sumado Sanitas, Mapfre y AXA, aunque la primera de ellas se muestra cauta. “Dudamos mucho de que vayamos a cambiar de opinión”, deslizaron fuentes de Sanitas a este periódico. Por tanto, si bien se encuentran leyendo los pliegos, están más cerca del ‘no’ que del ‘sí’.
Con todo ello,
Muface se precipita a su decisión final tras cinco meses de crisis. El 4 de marzo es la fecha definitiva para que las aseguradoras presenten una oferta (o no) y decidan si concurren a la ya tercera licitación del concierto sanitario. Ese día se conocerá lo que sucederá con la asistencia sanitaria de los mutualistas como Javier Riesco.
¿Desaparecerá el modelo privado o seguirá adelante? Y Diana Cruz resolverá sus dudas: ¿Se traspasará finalmente a todos los mutualistas a la sanidad pública y correrá el riesgo de estar colapsada?
Cada vez queda menos para
resolver el ‘enigma’ Muface, y las cerca de un millón y medio de personas adscritas al modelo (entre titulares y beneficiarios) está a la espera de conocer qué sucederá. Mientras, el tiempo apremia, y la decisión final es cuestión de días.
Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en Redacción Médica está editada y elaborada por periodistas. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.