Con las
elecciones europeas a la vuelta de la esquina, el Consejo Económico y Social de España (
CES) ha elaborado un informe en el que recuerda los retos pendientes del Parlamento y la Comisión del ente comunitario de cara a la próxima legislatura. Entre otras cuestiones, en el documento se recuerda que el Comité Económico y Social Europeo (
CESE) considera que “la competitividad económica y social del ecosistema” de la
Unión Europea (UE) depende, entre otras cosas, de fomentar “inversiones en un
sistema sanitario de calidad, en cuidados de larga duración y asistencia social”.
Las
recomendaciones sanitarias incluidas en el
informe sobre la gobernanza económica de la Unión Europea publicado por CES, a raíz de su pleno ordinario del pasado 24 de abril, entroncan con las reivindicaciones de diversas voces del sector, que advierten de la necesidad de que la asistencia sanitaria evolucione a un
modelo de atención integrada ante el aumento de la esperanza de vida y el cambio de paradigma del paciente: crónico y pluripatológico. Es algo de lo que, además, se ha hecho eco el
Ministerio de Sanidad, para dar respuesta a lo cual ha creado un
Comité de Cuidados en Salud.
En ese sentido, el CESE ha llamado a
reforzar los servicios públicos de salud y los sistemas de protección social y de cuidados frente a “la necesidad de fomentar reformas e inversiones bien diseñadas y en equilibrio con políticas económicas y de finanzas públicas saneadas”. De hecho, el órgano europeo enmarca las
inversiones en sanidad pública dentro del impulso de iniciativas “que fomentan la cohesión social y territorial” por su capacidad de “generar incrementos de productividad y un mayor crecimiento económico” y de conducir al cumplimiento de “objetivos sociales” y al aumento del “capital humano europeo”. “Para que funcione, el mercado único necesita, también, un alto nivel de infraestructuras y servicios públicos en todas las zonas y regiones europeas, especialmente en aquellas que se sitúan por debajo de la media”, se concreta.
Sin embargo, el CES llama la atención sobre el hecho de que “sigue habiendo dudas importantes en relación con las inversiones y reformas estratégicas de índole social”. Al respecto lamenta que los criterios específicos sobre las inversiones y reformas compatibles con las reglas fiscales y con los planes de ajuste de la deuda “están pendientes de concreción”. “Los niveles de
deuda pública y de
déficit estructural establecidos para los períodos de ajuste podrían suponer importantes esfuerzos presupuestarios y afectar a las inversiones sociales y a una senda de crecimiento inclusivo”, agrega.
Refuerzo del diálogo social en sanidad
Al respecto de ello, el CES indica que “la mayor flexibilidad del nuevo marco de política fiscal” ha de ir aparejada a “la intensificación de los procesos de negociación entre las instituciones europeas y los Estados miembros”. En ese sentido subraya la “necesidad de reformar el
Semestre Europeo con el fin de reforzar la presencia de los interlocutores sociales y el
diálogo social, europeo y nacional”, una reivindicación propia en los informes previos y compartida con el
Parlamento Europeo.
Es más, se aboga por “dotar de mayor peso en la fase de supervisión multilateral” al Consejo Europeo de Empleo, Política Social, Sanidad y Consumidores (
Epsco), “por su especialización en el ámbito de las
políticas sociales comunitarias”.
Gasto europeo en el ámbito de la salud
En su análisis, el CES resalta que un tercio del gasto destinado a medidas sociales a través de los
Mecanismos de Recuperación y Resiliencia (MRR) a raíz de la pandemia de coronavirus, se destinó a
salud y cuidados de larga duración. En educación y cuidado infantil se dedicó otro tercio de dichos fondos y el resto, a empleo y políticas sociales, si bien se advierte de que “existen diferencias notables” entre los Estados miembro.
Otra de las herramientas de apoyo económico a nivel europeo articuladas a raíz de la
crisis sanitaria del coronavirus fue el Instrumento de Apoyo Temporal para Mitigar los Riesgos de Desempleo en una Emergencia (
SURE), pensado para ayudar a proteger el empleo y a los trabajadores afectados por la pandemia.
Según el CES, hasta junio de 2023, el 5 por ciento de su presupuesto se destinó a medidas relacionadas con la salud, entre las cuales se encuentran “medidas preventivas contra coronavirus, refuerzo de la
contratación de personal sanitario, compra de equipos de atención médica, medicamentos y vacunas”.
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