El
síndrome de shock estroptocócico (STSS) se propaga por Japón sin descanso. Esta grave infección provocada por la bacteria estreptococo A alcanza
cifras récord en el país asiático, donde el Ministerio de Sanidad ha contabilizado 977 casos hasta el 2 de junio -mayor incidencia desde que se tienen registros- y 77 muertes. Pese a que el motivo por el que no dejan de aumentar los afectados es una incógnita todavía por dilucidar, hay expertos que apuntan a una
falta de contacto con el propio patógeno a raíz de la pandemia de coronavirus.
La portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc) y médica microbióloga del Hospital de A Coruña, María del Mar Tomás, concuerda con esta última teoría. "Se necesita más investigación, pero las medidas restrictivas que se aplicaron en determinados países durante la pandemia alejaron a la población de muchos patógenos, lo que
les ha hecho más vulnerables", ha explicado a
Redacción Médica.
"Las medidas más restrictivas han cambiado la respuesta inmunológica de las personas", ha comentado Tomás
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La estrategia frente a la Covid-19 en Japón se centró en
medidas de aislamiento y uso restrictivo de la mascarilla, en una apuesta por la prevención. Por su parte, en Europa y Estados Unidos se orientó a la vacunación de la ciudadanía, acompañada de un aligeramiento progresivo de las medidas restrictivas. "Las medidas más restrictivas han podido alterar la capacidad de respuesta del sistema inmunológico de las personas", ha puntualizado la experta.
Así, bajo su punto de vista,
en España "no debería suceder lo mismo". Según los últimos datos, la incidencia anual de STSS es aproximadamente de 0.2 casos por cada 100.000 habitantes. Esto equivaldría a alrededor de 90-100 afectados anualmente en el país. "Hemos tenido infecciones de estreptococo A, pero jamás he visto a una persona que alcance estos niveles de gravedad", ha relatado Tomás.
La gravedad del STSS
La
estreptococo A es la principal causante del STSS, aunque no acostumbra a ser una bacteria especialmente dañina para la salud humana. La mayoría de veces solo es origen de fiebre e infecciones de garganta, sobre todo en niños, y rara vez se torna en un organismo invasivo. Eso sí, cuando lo hace genera una toxina con la que
accede al torrente sanguíneo y contagia tejidos profundos. Entonces, cambia su faceta más inofensiva por una de alta peligrosidad.
Las personas en las que se desarrolla esta infección padecen fiebre, dolor de extremidades y vómitos. En poco tiempo, experimentan presión arterial baja e hinchazón hasta llegar a una insuficiencia orgánica múltiple, último estadio de la enfermedad. El STTS puede
acabar con la vida de una persona en menos de 48 horas.
"De cada 10 personas, hasta tres morirán a causa de la infección", han destacado desde los CDC
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Otro de sus síntomas es la
fascitis necrotizante, que puede desembocar en la pérdida de extremidades. Precisamente, esta muerte patológica de tejido celular -irrevertible- es la que ha hecho que se denomine popularmente 'bacteria carnívora' a la estreptococo A cuando desencadena un caso de STTS.
Dicha infección cuenta con un pronóstico complicado, ya que
los índices de mortalidad se elevan al 30 por ciento. "De cada 10 personas con STSS, hasta tres morirán a causa de la infección", han destacado desde los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos. Incluso en caso de superarla, los pacientes pueden tardar semanas o meses en recuperarse completamente de las secuelas ocasionadas.
Entre las personas que pueden contraerla con mayor facilidad se encuentran
las personas mayores de edad con una herida abierta, ya que el contacto es una de las formas más habituales de transmisión de estreptococo A y en este supuesto con vía de entrada más sencilla al torrente sanguíneo. También se consideran de riesgo a los individuos que padecen alguna patología que pueda reducir la efectividad de su sistema inmunológico y a los consumidores de esteroides o sustancias estupefacientes.
Tratamiento
El
uso de antibióticos, como penicilina o amoxicilina -a los que la bacteria de momento no ha generado resistencia-, es la mejor manera de tratar a los pacientes que acuden a un centro sanitario con esta infección. Además, resulta primordial que reciban oxígeno, fluidos intravenosos y otras terapias de soporte vital durante el proceso de lucha contra la enfermedad.
Asimismo, en
Japón, dado el crecimiento exponencial de casos,
las autoridades han recomendado extremar las medidas de higiene, especialmente el lavado de manos, ya que el contacto es una de las formas de transmisión la estreptococo A. También aconsejan el uso de la mascarilla para evitar el contagio por vía aérea, otra de las vías más utilizadas por la bacteria para pasar de un individuo a otro.
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