El Gobierno italiano ha aprobado un decreto que impone la vacunación obligatoria contra el Covid-19 a todos los residentes en Italia mayores de 50 años, aunque no tengan nacionalidad italiana. La medida, adoptada por unanimidad tras dos horas y media de debate, será efectiva desde su publicación en el boletín oficial italiano, aunque las sanciones no comenzarán a aplicarse hasta el uno de febrero. La sanción administrativa para quien se niegue reiteradamente a recibir la vacuna será de 100 euros.
La medida prevé excepciones para los casos de "peligro comprobado para la salud, en relación con condiciones clínicas específicas documentadas, certificado por el médico general o por el responsable médico de administrar la vacuna".
El ejecutivo de Mario Draghi también extiende -desde el 20 de enero al 12 de junio- el llamado 'pase verde' (certificado covid) para clientes y trabajadores de centros de estética, peluquerías, comercios, servicios públicos y privados. No es necesario tener el pase verde básico para clientes de supermercados y farmacias.
Las medidas recién aprobadas "quieren preservar el buen funcionamiento de los hospitales y, al mismo tiempo, mantener abiertas las escuelas y los negocios", según palabras del primer ministro Mario Draghi, recogidas por el Corriere Della Sera. "Queremos frenar el crecimiento de la curva de contagio y empujar a los italianos que aún no se han vacunado a hacerlo. Intervenimos en particular en los grupos de edad con mayor riesgo de hospitalización para reducir la presión sobre los hospitales y salvar vidas". Italia ha superado este miércoles los 190.000 nuevos casos de covid.
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