Ingreso conjunto universal para humanizar la sanidad más allá del paciente

Mejorar la calidad asistencial ofrecida por el Sistema Nacional de Salud (SNS) parece focalizarse siempre en los pacientes, pero hay una extensión de ellos que también necesita ser atendida: los acompañantes. Son ellos quienes sufren muchas veces los incómodos sillones donde pasan la noche o sufragan los gastos de plazas de aparcamiento no gratuitas en las inmediaciones de los hospitales. Esto preocupa también a los sanitarios que proponen soluciones como ingresos conjuntos, más facilidades a la hora de dejar los vehículos e incluso plantean un mayor ratio de profesionales sanitarios para reducir la presencia de cuidadores.

Tal y como apunta el vicepresidente del Consejo General de Enfermería (CGE), José Luis Cobos, es "fundamental mejorar la calidad de la atención hacia los acompañantes". "En ocasiones incluso se ha llegado a considerar un ingreso conjunto como sucede en el caso de tener que acompañar a menores. De tal forma que a los acompañantes se les proporcione las comidas y una cama en la misma habitación", apunta Cobos.

En esta misma línea, señala que hay que considerar que en ocasiones el rol de los acompañantes como cuidadores es esencial sobre todo para pacientes que están más desorientados. "También pueden suponer un soporte emocional muy importante, por ello, es deseable que puedan estar en el hospital en las mejores condiciones posibles", sostiene.

De hecho, la irritación de los familiares de los pacientes puede repercutir negativamente en la relación con los profesionales más cercanos, en este caso, las enfermeras o los técnicos en cuidados auxiliares. Pudiendo acabar incluso en agresiones verbales y físicos.

Agresividad hacia los profesionales sanitarios

La misma opinión comparten desde la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM). En palabras de su secretario general, Gabriel del Pozo, la crispación de los acompañantes "genera una mayor agresividad hacia los profesionales". "En el fondo son los que dan la cara delante de los pacientes y acompañantes de forma constante y para los que son los responsables de todo lo que allí sucede, aunque de la mayor parte no lo son, especialmente de todas las cuestiones referentes al habitáculo que se les puedan achacar", lamenta en declaraciones a Redacción Médica. Según el último 'Informe de Agresiones a Profesionales del SNS 2022', durante el pasado año se registraron 13.210 agresiones en la sanidad española, un 23 por ciento más que en 2021.

¿Cómo mejorar las condiciones en las que están los acompañantes? Desde CESM apuntan que los principales aspectos que deberían optimizarse son: la comodidad para acceder al recinto, las facilidades para aparcar, el acompañando al paciente cuando está en la habitación o un sillón cómodo para descansar. Asimismo, creen que habría también que invertir en espacios suficientes para que no se produzca sensación de agobio para los pacientes, que tenga una capacidad de hostelería suficiente para poder "acceder fácilmente a los productos para consumir en condiciones normales de precios y de calidad mínima exigible". En definitiva, todo lo que es la hostelería y la logística para el desplazamiento y la estancia.

"También se deberían cambiar las habitaciones, aquí no puedo decantarme por si es preferible que sean individuales como en algunos centros o con compañía, pero sí con espacios suficientes y una racionalización de los pacientes que están en la habitación. Es decir, no poner cualquier tipo de paciente con otro sin buscar lo que resulta lo más apropiado", enfatiza Del Pozo.

Además, CESM opina que el servicio básico de televisión debería ser gratuito y propone también instalar un servicio de lectura, para que pacientes y acompañantes puedan disfrutarlo si tienen una estancia de varios días en el centro hospitalario.

Por otro lado, desde la Organización Médica Colegial (OMC) se centran más en el número de familiares que acuden a ver al paciente y sus edades. "Nos encontramos con acompañantes que van en franjas de edad desde menores de edad hasta octogenarios. Debe existir, y tenemos que trabajar en ello, un ratio de profesionales sanitarios por paciente lo suficientemente óptimo que haga que la presencia de seres queridos ejerciendo de cuidadores sea mínima", asegura Tomás Cobo, presidente de la agrupación.