La
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) alerta de la necesidad de que se pongan en marcha reformas en los sitemas de salud para que "los desafíos económicos actuales como
la inflación y la escasez de mano de obra” no pongan en peligro la
seguridad de los pacientes. En un informe, el organismo internacional aboga por “institucionalizar” la participación de los enfermos y sus familias en los sistemas de salud para “establecer mejores plataformas y redes” que fortalezcan su protección “a nivel institucional y clínico” con una atención “centrada en las personas”.
En su estudio
Compromiso del paciente para la seguridad del paciente (Patient engagement for patient safety), el sexto de la serie sobre
Economía de la seguridad del paciente, la OCDE señala que, para
atajar las consecuencias de la escalada de precios y los
problemas de la falta de sanitarios, los sistemas tradicionales de datos administrativos que velen por la seguridad de los enfermos se antojan insuficientes para “comprender el alcance real de los daños” que puedan sufrir. Para paliar esa circunstancia, propone, entre otras medidas, dar más voz a los usuarios de la sanidad, a sus familiares y a sus cuidadores a través de
protocolos estandarizados que consigan “informar de manera más comparativa el alcance y el tipo de eventos de seguridad” y, por consiguiente, mejorar la monitorización y el seguimiento de las terapias.
“Para que los sistemas de salud respondan mejor a las
necesidades de los enfermos y promuevan un
enfoque centrado en las personas, es indispensable medir y monitorizar sus experiencias con la sanidad y utilizar estos datos para mejorar la calidad de la atención médica”, reza el informe. En ese sentido, la OCDE cuenta con un modelo de encuesta sobre “experiencias de seguridad informadas por pacientes” cuyo uso recomienda a nivel nacional e internacional.
En este sentido, se señala que las
perspectivas complementarias a las de los profesionales de la salud "son clave para codiseñar servicios sanitarios que generen confianza". "Los pacientes, las familias, los cuidadores y los ciudadanos pueden contribuir a mejorar la seguridad del enfermo en todos los niveles: clínico, local, institucional -como los hospitales y las residencias de ancianos-, comunitario -la
Atención Primaria y la atención domiciliaria- y nacional", se apunta en el estudio.
Foros abiertos y campañas de información y educación
El texto de la OCDE aporta ejemplos ya aplicados en países como Nueva Zelanda, Países Bajos, Austria, Israel, Eslovenia, Francia, Portugal y Canadá como
creación de foros para apoyar la participación de pacientes en la toma de decisiones de salud, inclusión de enfermos en el diseño de
campañas de información nacionales y desarrollo de
programas educativos para cuidadores sobre seguridad del usuario de la sanidad.
Para poner esas medidas en marcha a nivel internacional de forma homogeneizada, la organización añade en su informe estudios sobre el
impacto económico del aumento de la participación del paciente en los sistemas de salud, los resultados de una recopilación de datos piloto para medir las experiencias de seguridad de las que informan los enfermos y el estado actual de las iniciativas ya impulsadas a partir de estas en 21 países.
Aunque pueda contener afirmaciones, datos o apuntes procedentes de instituciones o profesionales sanitarios, la información contenida en Redacción Médica está editada y elaborada por periodistas. Recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.