El
asesinato de 10 mujeres convierte al pasado septiembre en un mes ‘negro’ en términos de
violencia de género en España y hace sonar todas las alarmas en el Ministerio de Igualdad. La secretaria de Estado de este departamento,
Ángela Rodríguez Pam, ha definido esta crisis como una de las mayores de la democracia y ha achacado la culpa, entre otros factores, a los problemas de “detección” de “todos los ámbitos institucionales”, pero en especial a la sanidad. “No es aceptable haya víctimas que llevaban décadas acudiendo a los servicios de
salud mental o Atención Primaria del Sistema Nacional de Salud (SNS)”, ha denunciado.
El Ministerio de Igualdad ha convocado este miércoles a su comité de crisis tras confirmarse el
asesinato de 10 mujeres por violencia machista a lo largo del pasado mes, que constituye el
peor septiembre de la serie histórica junto con el de 2018. La cifra de víctimas mortales asciende a 50 en lo que va de año.
“Las cifras son muy graves, y por tanto necesitamos que el esfuerzo esté dirigido a la
detección proactiva”, ha manifestado en una comparecencia de prensa la mandataria de Unidas Podemos, quien ha enfatizado que la detección de la violencia machista “se tiene que dar en cada uno de los ámbitos institucionales”, desde la educación hasta la sanidad.
De hecho, ha continuado, esa labor se debe de producir “de manera
muy especial en el ámbito sanitario”. Pam han sido tajante al respecto: “No es aceptable que haya víctimas que llevaban acudiendo a los servicios de
salud mental, de Atención Primaria o cualquier otro. Ahí
está fallando la detección”, ha zanjado.
"Preguntas obligatorias" para una detección proactiva en el SNS
Consultada sobre los condicionantes que han llevado a este aumento de los asesinatos machistas, Pam ha aludido al
“negacionismo” de esta violencia y al “silencio cómplice” del que gozan los agresores, pero también a la posibilidad de que las propias mujeres
“no confíen aún en las instituciones”.
“Y es comprensible”, ha defendido la dirigente de Unidas Podemos. En este sentido, ha apuntado que el sistema sanitario puede hacer más para “llegar” a las víctimas de violencia de género y fomentar una “detección proactiva”. Por ejemplo, “incluyendo
preguntas obligatorias en el SNS para que una mujer que lleva 30 años acudiendo al servicio de salud mental pueda
hablar sobre su situación”.
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