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Homeópatas afirman 'curar' el autismo diluyendo las vacunas que lo 'causan'

La pseudoterapia Cease es practicada por dos personas en España


23 abr 2018. 11.20H
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POR M.D.
Una presunta escuela de pseudoterapia afirma poder recuperar a niños y adultos con trastorno del espectro autista mediante la dilución homeopática de las vacunas que, según la misma, han provocado el autismo.

Se trata del método Cease (‘Eliminación Completa de las Expresiones del Espectro Autista), creada por el magufo holandés Tinus Smits, que afirmaba (murió en 2010) haber tratado a más de 300 niños con autismo. El periódico canadiense National Post se ha hecho eco de esta pseudoterapia que se alimenta de otras falsas creencias.

Según la web de Cease, hay unos 500 homeópatas que practican este método tras un curso de cinco días. Si bien parece que Reino Unido es donde se concentra un mayor número de estos estafadores –se ha demostrado que el estudio que afirmaba que las vacunas causan autismo era falso, y son numerosos aquellos que muestran la seguridad de las vacunas–, en España hay dos terapeutas de esta presunta técnica, en San Sebastián de los Reyes y Fuengirola: Anthony Redmond y Nicola Taylor, ambos graduados en la Escuela Irlandesa de Homeopatía.

Tinus Smits afirma, según la misma web, que el 70 por ciento de los casos de autismo se deben a vacunas, el 25 por ciento a medicamentos tóxicos y el 5 por ciento a “algunas enfermedades”.

“Paso a paso, todos los factores causales (vacunas, medicación de rutina, exposiciones a tóxicos, etc.) son detoxificados con medicamentos homeopáticos diluidos y potenciados preparados a partir de las sustancias que ocasionaron el autismo”, se afirma en la web, que también enlaza a varios presuntos blogs de pacientes que cuentan su experiencia con el método Cease. El tratamiento isoterápico, el soporte ortomolecular y la homeopatía clásica e inspirativa son las pseudoterapias propuestas por Cease para ‘curar’ el trastorno del espectro autista.

“La medicación administrada durante y después del embarazo, en especial las vacunas, son muy tóxicas para los cerebros de los niños pequeños”, escriben en la web. “Incluso las enfermedades, la medicación y la vacunación en el campo energético del padre y de la madre previas al embarazo pueden transmitirse al niño por la transferencia de energía [sic]”.

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