Solo cuatro semanas de trabajo por turnos en ratones hembra son suficientes para alterar su
reloj biológico y reducir la
fertilidad, según una investigación presentada en el
25º Congreso Europeo de Endocrinología. Los resultados ayudan a los científicos a comprender mejor el impacto de las alteraciones circadianas en la fertilidad femenina, lo que podría conducir a futuras estrategias de prevención para las mujeres que trabajan con horarios no estándar, como las
guardias de 24 horas de las médicas o los
turnos nocturnos en Enfermería.
El
ritmo circadiano lo generan los relojes internos del cuerpo, que se sincronizan con un periodo de 24 horas, principalmente por los cambios de luz a lo largo de los días. Estos relojes regulan diversas funciones y procesos biológicos, como el ciclo sueño-vigilia, la
secreción hormonal, la digestión y la r
eproducción, pero pueden alterarse fácilmente por una exposición inadecuada a la luz, como la nocturna.
El "reloj biológico maestro" se encuentra en los núcleos supraquiasmáticos, una pequeña región en el centro del cerebro llamada hipotálamo. El hipotálamo es también el centro regulador de la función reproductora, ya que actúa sobre la hipófisis (unida a la parte inferior del hipotálamo), que a su vez
regula la actividad ovárica para favorecer la ovulación.
El rirmo circadiano impacta en la reproducción femenina
Numerosos estudios, tanto en ratones como en humanos, indican un impacto negativo en la
reproducción femenina cuando se altera e
l ritmo circadiano. Sin embargo, los mecanismos subyacentes aún no se comprenden del todo.
Investigadores del Instituto de
Neurociencias Celulares e Integrativas (INCI) y de la
Universidad de Estrasburgo, en Francia, habían demostrado anteriormente que el trabajo por turnos durante varias semanas
reduce la tasa de embarazo en ratones hembra.
Ahora, en este estudio, los investigadores imitaron las condiciones de
trabajo por turnos a largo plazo en ratones hembra cambiando constantemente el ciclo luz-oscuridad, retrasando y adelantando la exposición a la luz 10 horas a lo largo de cuatro semanas, y descubrieron que la liberación masiva de la
hormona hipofisaria llamada hormona luteinizante (que desencadena la
ovulación) quedaba abolida, reduciendo posteriormente la fertilidad en estos ratones.
Disminución de la fertilidad
"La
disminución de la fertilidad se debe a una alteración de la señalización del reloj circadiano maestro hacia el circuito reproductivo hipotalámico (explica Marine Simonneaux, investigadora principal). En concreto, nuestra investigación demuestra que cuatro semanas de exposición crónica a turnos perjudica la transmisión de información lumínica desde el
reloj biológico maestro a las neuronas kisspeptinas, conocidas por dirigir el momento del aumento
preovulatorio de la hormona luteinizante". El siguiente paso de la investigación será estudiar si otros relojes internos adicionales se alteran tras pautas similares a las del trabajo por turnos.
"El
ritmo circadiano no sólo requiere el funcionamiento correcto del reloj biológico principal, sino también la actividad sincronizada de numerosos relojes secundarios que se encuentran en otras zonas del cerebro y órganos periféricos, incluidos los reproductores", explica Simonneaux.
"Comprender los mecanismos precisos por los que la
alteración circadiana altera la función reproductora es importante, ya que puede allanar el camino a posibles intervenciones preventivas y terapéuticas para reducir algunos de los efectos negativos del trabajo por turnos en la fertilidad de las mujeres", concluye.
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