Funcionarios, ante las permutas más complicadas de Muface: "Estoy atado"

'Tic, tac, tic, tac...'. La cuenta atrás ha empezado. A Muface le queda poco más de una semana para saber su destino. Sobrevivir o desaparecer. Mientras, se encuentra en el limbo. La crisis sin precedentes de la mutualidad, que en este momento dota de asistencia sanitaria a 1,53 millones de personas (entre titulares y beneficiarios) ha dejado una oleada de incertidumbre. Más dudas que certezas. Más preguntas que respuestas. Pendientes de lo que suceda el 27 de enero, fecha en la que acaba el plazo para que las aseguradoras se presenten a la nueva licitación del concierto, los mutualistas se enfrentan a otro dilema. Desde el 1 de enero hasta el día 31 del mismo mes se encuentra abierto el primer periodo de permutas. En él, los usuarios pueden cambiarse del modelo privado al público, y viceversa. Y los mutualistas de Adeslas, compañía que, junto con DKV, ya ha anunciado que abandonaba el concierto, tienen que decidir. Aunque algunos, como Pedro Gómez (Madrid, 60 años), no tienen opción. 

"Estoy atado", resume Gómez. Su situación es similar a la de varios de los funcionarios de Adeslas preguntados por Redacción Médica. Este informático tiene una operación a la vista el 23 de febrero. Su caso es particular: antes de la primera licitación del concierto (que tuvo lugar el 5 de noviembre) puso en marcha, junto al equipo médico de la aseguradora, la intervención. Ahora, el 13 de enero (unos días antes de que finalice el plazo para la nueva licitación), tiene que realizar el papeleo para la autorización de la operación. Justo en medio de la crisis. Justo en medio del periodo de permutas. Pero él tiene claro que no va a cambiarse del modelo privado al público. "Desde Adeslas me han dicho que no va a haber problemas", explica Gómez a este periódico. 

De hecho, la entidad tiene que dotar de asistencia sanitaria a los mutualistas durante un periodo máximo de tres meses. Es decir, hasta marzo. Así lo dicta la orden de continuidad del Gobierno, que insta a las tres aseguradoras hasta ahora presentes en el concierto, Adeslas, Asisa y DKV, a seguir prestando sus servicios en la mutualidad. Y Adeslas acatará las normas, aunque ya haya anunciado que abandonará Muface. Al igual que lo hará DKV, que este jueves dijo 'adiós' al concierto sanitario en el que lleva involucrado 50 años.

El cambio de la sanidad privada a la pública

"Muface no tiene nada claro. Me he puesto en contacto con ellos varias veces pero no me dan una respuesta clara", comenta Gómez. Este mutualista cuenta cómo desde octubre vive "en una completa incertidumbre". Ahora, en medio del proceso para su operación, tiene que decidir si seguir en el modelo privado o cambiarse al público. Y, de seguir en el privado, no podrá hacer el cambio a otra entidad sanitaria hasta que se firme el nuevo convenio. Es decir, en el periodo extraordinario de permutas.

— ¿Se ha planteado cambiarse a la seguridad social este mes de enero?
— Sí. Pero en la seguridad social no me van a operar. Ni siquiera tengo médico.

Este informático asegura estar "agotado". "Desde octubre todos los mutualistas vivimos en una completa incertidumbre", relata a Redacción Médica. Ahora se enfrenta a la segunda licitación de Muface y ya tiene un veredicto: "Muface no se va a romper. Se presentará Asisa". No obstante, si bien es cierto que la entidad ha confirmado a este periódico que baraja presentarse en solitario tras las renuncias de Adeslas y DKV, aún no hay nada firme.

Gómez no se plantea la desaparición del concierto sanitario. "No se puede llevar a 1,53 millones de personas a la sanidad pública. Se colapsaría", incide. Por eso, en el caso de que la nueva licitación vuelva a quedar desierta, este usuario augura una tercera licitación del modelo. 

El limbo de los usuarios de Adeslas

Este primer periodo de permutas supone un punto de inflexión para el modelo sanitario. Más aún, tras la salida de Adeslas del concierto. La aseguradora aglutinaba hasta el momento al 47 por ciento de los mutualistas. Era la compañía con mayor porcentaje. Y ahora todo va a cambiar. 

Los mutualistas de Adeslas aún están en un "limbo". Así lo define Mariano González (Valladolid, 50 años), usuario de esta compañía en el concierto sanitario y docente, como más del 60 por ciento de los titulares. "Estamos en stand by. Lo único que tenemos claro es que nos tienen que atender hasta marzo", dice. 

"A mucha gente no le va a quedar más remedio que cambiarse a la seguridad social", concluye González. De esta forma, más que una 'oleada' de permutas hacia la sanidad pública, lo que este mutualista prevé es una "oleada de dudas". "Hasta que no se resuelva la nueva licitación no va haber nada claro", reitera. Sin embargo, sí que insiste en que en este momento muchos usuarios van a dar el paso del modelo privado al público "por una cuestión de seguridad".

Además, al existir un periodo extraordinario de permutas, los mutualistas podrían volver a la sanidad privada en el momento en el que este proceso esté en vigor. Es decir, cuando Asisa se presente a la licitación -o deje de nuevo desierto el proceso-.

Ese escenario, en el que ninguna compañía de las que ya pujan en la partida, es una de las cuestiones que se está debatiendo estos días entre los mutualistas. Una usuaria del modelo, que prefiere no dar su nombre, vaticina que si ninguna ase "el colapso total de la sanidad pública". Sin embargo, ya se comienza a hablar de una tercera licitación en la que el Gobierno mejore las condiciones para las aseguradoras.

Mientras, desde CSIF, el sindicato mayoritario de los funcionarios públicos, llaman a la calma. Fuentes de esta organización subrayan que "hay que ser cautos y esperar a lo que suceda el 27 de enero para que los mutualistas tomen una decisión". Es entonces cuando se conocerá el destino de Muface.

Por el momento la crisis sin precedentes de la mutualidad, que comenzó el pasado octubre, sigue arrasando con todo a su paso. Son cerca de 1,53 millones las personas (entre titulares y beneficiarios) que tienen que decidir si continúan en la sanidad privada o si, por el contrario, acuden al público. Y, aunque tienen hasta el 31 de enero para decidirlo, el día 27 va a ser clave. Ahora, el reloj sigue sonando. El 'tic, tac' no cesa. O al menos no lo hará hasta las 10.00 del 27 de enero. En unos días. Entonces se resolverá el enigma Muface.