Las mujeres representan más del 70 por ciento de los empleos de la sanidad española, sin embargo, cobran un 28 por ciento menos que sus compañeros. Teniendo en cuenta que la sanidad es un sector tan feminizado,
¿por qué las diferencias salariales son tan marcadas?
Durante el tercer trimestre del 2020, había 1.248.100 profesionales trabajando
actividades sanitarias, de los cuales,
el 72,9 por ciento eran mujeres y el 27,1 por ciento, hombres. Así lo pone de manifiesto un estudio publicado por UGT bajo el título 'Administraciones públicas. Brecha salarial en tiempos de la Covid-19'. El documento, publicado el Día de la Igualdad Salarial, recoge que el
salario medio de las mujeres en 2018 se sitúa en los 24.599,63 euros mientras que el de los hombres estaba en 34.173,19 euros. Esto es,
la brecha salarial en las actividades sanitarias se sitúa en torno al 28,02 por ciento. ¿A qué se debe esta diferencia?
-Acceda aquí al informe Administraciones públicas. Brecha salarial en tiempos de la Covid-19-
"Precisamente porque los sectores profesionales feminizados son aquellos históricamente peor valorados, más precarios y peor remunerados", argumenta el
Ministerio de Igualdad a
Redacción Médica. "El trabajo sanitario, que en esta estadística de UGT recoge a personal de residencias, auxiliares de ayuda a domicilio, etc., es en muchos de sus tramos muy precario", añade el organismo liderado por
Irene Montero, psicóloga de formación.
"Como sucede de forma general en otras profesiones,
los puestos directivos están ocupados mayoritariamente por hombres, dado que incluyen las tradicionales desigualdades estructurales en relación con la familia, con el deseo de tener hijas e hijos y con cómo esas decisiones que toman las mujeres siguen afectando negativamente a su promoción profesional por el desigual reparto de las responsabilidades de cuidado en las familias", explica Igualdad.
Más mujeres sanitarias para hacer frente a la crisis del coronavirus
En la
Encuesta de Población Activa (EPA), en el tercer trimestre del 2020 se observa que el número de mujeres trabajadoras en actividades sanitarias es de 909.9000 mujeres, frente al año 2019 que había 827.000 mujeres. "Supone
82.900 mujeres más en el mismo periodo con un año de diferencia", remarca el informe de UGT. "Aunque el salario medio de ambos no ha variado significativamente de un año a otro, la brecha salarial continúa presente", añade.
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Ocho de cada diez trabajadores en sanidad son enfermeras, médicas, o auxiliares, que durante la Covid-19, están ocupando un puesto en el sector sanitario, según el Boletín Estadístico del Personal al Servicio de las Administraciones Públicas", remarca UGT, que advierte que "s
on mayoritariamente las mujeres las que han estado en la primera línea frente a la Covid 19". Pese a ello, añade, "en lo referente a la brecha salarial, dentro de las actividades sanitarias y sociales la diferencia económica casi alcanza los 9.000 euros. Concretamente, las mujeres perciben una media salarial anual de 23.889,48 euros mientras que en el caso de los hombres es de 32.830,89 euros
siendo la brecha salarial, exacta, de 8.941,41 euros".
¿Cómo acabar con el techo de cristal en la sanidad española?
"Como en el conjunto de desigualdades vinculadas al trabajo asalariado, hay que comprender que no se trata solo de tomar medidas de incidencia directa en el mundo del empleo; como por ejemplo los recientes Reales Decretos que aprobamos los ministerios de Igualdad y Trabajo sobre
igualdad retributiva y planes de igualdad; sino que este es un problema más complejo, estrechamente vinculado a los cuidados", argumenta el Ministerio de Igualdad.
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Necesitamos aumentar la provisión pública de servicios de cuidado de calidad para que la responsabilidad de esas tareas, tanto de menores como de personas mayores, no siga recayendo de forma mayoritaria en las mujeres, yendo contra sus desarrollos profesionales", considera el organismo. Por otro lado, señala, "esta crisis nos ha enseñado que la
precariedad de lo público es una condena para el conjunto de la sociedad, y debemos fortalecer los servicios públicos en cuestiones de salario, pero también de recursos humanos y materiales para desempeñar su trabajo, como de hecho este Gobierno ha comenzado a hacer en relación con el aumento del presupuesto en Sanidad en las cuentas de este 2021".
¿Qué se está haciendo desde el Gobierno?
Preguntado por qué está haciendo el Gobierno para frenar la
brecha de género y los techos de cristal en sanidad, el Ministerio de Igualdad afirma que "colabora con el de Función Pública y Política Territorial, que es el competente en la materia, para garantizar la
perspectiva de género en herramientas como el Plan de Igualdad de la AGE, un mecanismo importante para atajar las brechas y desigualdades de género dentro de la Administración".
De hecho, el Ejecutivo aprobó el pasado mes de octubre dos reales decretos para reales decretos para garantizar la
igualdad retributiva, la efectividad de los planes de igualdad y el registro con información retributiva desglosada y promediada, por clasificación profesional y por trabajos de igual valor. Según explicaba entonces el Ministerio de Trabajo a
Redacción Médica,
"esta normativa afecta a la sanidad pública y podrá haber acuerdos específicos".
Por el momento, aclara Igualdad,
las administraciones públicas están obligadas a implantar estas medidas "en referencia al personal laboral, como recoge la Disposición Adicional Cuarta". "
La voluntad de los Ministerios de Igualdad y de Trabajo es que efectivamente el conjunto de la AGE abandere ejemplarmente la aplicación de este real decreto pero eso
precisa del trabajo conjunto con el Ministerio de Función Pública, el competente en la materia", admite el organismo.
Preguntado por esta cuestión,
Ricardo De Lorenzo, presidente de De Lorenzo Abogados, afirmaba a este diario que "
sería obligado reflejar estas políticas también para los funcionarios de carrera e interinos en el ámbito de las administraciones públicas, que deberían ser ejemplarizantes en el impulso de la igualdad en el conjunto de la sociedad."
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