El rey Felipe VI ha demostrado su carácter europeísta durante su tradicional
discurso de Nochebuena, en el que ha apelado al papel que juegan las instituciones comunitarias para hacer frente a algunos de los retos que afectan de manera general a todos los países, como
el de la
la salud. “Los desafíos comunes a los que nos enfrentamos,
desde los sanitarios a los financieros o los relacionados con nuestro modelo energético o medioambiental reciben soluciones integradas en el marco común de la Unión Europea”, ha apuntado.
El monarca ha reivindicado la importancia del bloque comunitario como el
“gran marco de referencia político, económico y social” del viejo continente, mientras que ha subrayado el papel que debe tener España en las instituciones europeas para contribuir a la toma de decisiones con “nuestra propia personalidad”. “
Lo que se decide cada día en la Unión afecta, y mucho, a la vida cotidiana de todos los españoles. Esa es la realidad”, se ha reafirmado.
Se trata del primer discurso navideño del jefe del Estado desde que ha pasado la fase más aguda de contagios de la
crisis sanitaria de Covid-19, que ya había monopolizado buena parte de sus intervenciones en los dos años anteriores. Hasta en dos ocasiones ha nombrado esta vez Felipe VI la palabra "pandemia", aunque para comentar que ya se ha
“superado lo peor” o lamentar las
consecuencias económicas que ha provocado en España.
El cambio epidemiológico ha permitido al monarca abordar su mensaje televisado en una clave diferente al del 2021, cuando aprovechó los minutos en prime time para mandar un mensaje de
agradecimiento al colectivo de los profesionales sanitarios por su implicación en el control del coronavirus o para elogiar los resultados de la campaña de vacunación. Ahora, su nuevo mensaje llega en un momento en el que los más mayores y colectivos vulnerables han recibido
la cuarta dosis de refuerzo para protegerse de la llegada del invierno.
De la sanidad a la política nacional
Más allá de los aspectos puramente sanitarios, Felipe VI ha dedicado la mayor parte de su discurso a valorar los estragos de la
Guerra de Ucrania y el “sufrimiento” de su pueblo. “Hemos sido testigos de 10 meses de una guerra que ya ha
causado un nivel de destrucción y ruina difíciles de imaginar en nuestra realidad cotidiana”, ha agregado el jefe de Estado, que ha aprovechado para poner en valor el papel de la OTAN en el conflicto.
La subida de los precios de los alimentos,
la crisis energética, las tensiones internacionales, la convivencia o el “fortalecimiento” de las instituciones constitucionales también han ocupado un tiempo en su intervención ante la opinión pública.
El rey ha cerrado su discurso con un mensaje directo a los españoles para que sigan manteniendo un “espíritu de renovación y adaptación a los tiempos. “Decía al comienzo que vivimos tiempos, sin duda, de incertidumbre. Pero si el éxito de una nación depende del carácter de sus ciudadanos, y de la personalidad y el espíritu que mueve a su sociedad
, debemos tener razones para mirar al futuro con esperanza”, ha puntualizado.
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