Alberto Núñez Feijóo ha colocado la sanidad como uno de los cinco asuntos prioritarios para alcanzar un
“pacto de Estado” entre todos los partidos con representación parlamentaria durante la próxima legislatura. El candidato del
Partido Popular para las elecciones generales del 23 de julio ha pedido a todas las fuerzas políticas que lleguen a un consenso sobre los “
grandes problemas” que afectan al país una vez que se conforme el futuro Gobierno.
El líder de la oposición ha subrayado la necesidad de buscar una fórmula de consenso para dar
“viabilidad” a la sanidad pública. Esta clave se ha incorporado dentro de un pacto más amplio para mejorar el bienestar de la población y que también incluye una apuesta por la “
estabilidad” de las políticas educativas que beneficie a las próximas generaciones.
Feijóo ha enfatizado que estas conversaciones deben producirse después de los comicios, pero sin
“vetos ni cordones sanitarios” a los partidos que conformarán el arco parlamentario. “Me propongo restaurar el espíritu de La Moncloa que alumbró nuestra democracia y
sustituir las coacciones de partidos por Pactos de Estado”, ha explicado a través de su cuenta oficial de Twitter cuando restan apenas seis días para que los ciudadanos acudan a las urnas.
El presidente del PP ha hecho pública esta propuesta que ya había manifestado en varias ocasiones durante la campaña electoral y en la que se ha puesto en sintonía incluso con dirigentes socialistas. Feijóo ya recogió el guante lanzado por el presidente de Castilla-La Mancha,
Emiliano García Page, durante la
Gala de la Sanidad Española, en la que reclamó un
pacto para la financiación de la sanidad en las comunidades autónomas. Ahora, ya forma parte de las promesas electorales del 23-J del PP. “Tomo nota”, manifestó entonces el dirigente popular.
Las propuestas sanitarias del PP
El pacto de Estado por la sanidad se suma así a una
lista de compromisos electorales del PP, entre los que figuran también reformar la Atención Primaria, mejoras las condiciones de los MIR, acelerar la incorporación de innovación sanitaria, la
jubilación activa del médico a los 72 años, la ampliación de las competencias enfermeras y farmacéuticas o el incremento de
1.000 plazas formativas en Medicina Familiar para mejorar los recursos humanos del Sistema Nacional de Salud (SNS).
Además de la sanidad, el líder de la oposición también ha hecho extensible estos consensos a otras áreas como las
instituciones públicas, el saneamiento económico, las familias o la estructura territorial. Todo este abanico de propuestas obligaría a las fuerzas políticas a tener una única voz en aspectos como la división de poderes, la independencia de los organismos, la solvencia de los más vulnerables, el futuro de los jóvenes, la conciliación o el estado de las autonomías.
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