La
Federación de Asociaciones Científico Médicas de España (Facme) ha celebrado esta semana su asamblea de presidentes. En un momento en el que el papel de la
formación continuada está en el punto de mira, y por tanto el de las sociedades médicas –garantes de la competencia de los especialistas–, la federación ha visto la necesidad de impulsar su actividad para afrontar los retos que la cada vez mayor complejidad de la práctica médica impone.
Por ello, comenta a Redacción Médica el presidente de Facme,
Fernando Carballo, las sociedades miembro han decidido crear cuatro
grupos de trabajo enfocados a cuatro focos muy concretos: la tecnología sanitaria, el medicamento, la gestión de las sociedades científicas y la ética profesional.
El primer grupo servirá para “potenciar la colaboración con el sistema y las agencias de evaluación en el juicio de la idoneidad, el valor en salud y la innovación de los dispositivos, dada su cada vez mayor complejidad”. Lo mismo servirá para los
medicamentos, si bien Carballo deja claro que Facme no va a elaborar sus propios informes de posicionamiento sino que desarrollará estrategias de participación en los actuales y “también pretendemos recibir ‘inputs’ externos sobre problemas en la evaluación de los fármacos”.
El siguiente grupo de trabajo buscará la
profesionalización de la gestión de las sociedades científicas, “algo que las más grandes tienen ya muy asumido pero que en las pequeñas quedan pasos que dar”, explica el presidente de Facme. “Hemos constituido una comisión mixta con los líderes clínicos para avanzar en este campo”.
Carballo reconoce que el último grupo de trabajo, el de la ética, surge a raíz de la polémica sobre la tributación “y la autorregulación de las relaciones entre los profesionales y los distintos grupos de interés”. Este grupo recopilará información sobre los mecanismos autorregulatorios existentes a nivel nacional e internacional, “teniendo en cuenta además el código deontológico y otros códigos no profesionales”.
La idea de Facme es que “la mayor transparencia en el conflicto de interés: publicar datos sin más puede ser algo parcial, pero la actitud proactiva en la gestión del conflicto es la mejor garantía para la toma de decisiones”. Según las palabras de Carballo, se busca “introducir un concepto fuerte de rendición de cuentas”.
El grupo de trabajo también indagará en el concepto de
responsabilidad social corporativa, tanto desde el punto de las organizaciones científicas y la federación como desde el resto de actores que trabajan en el sector.
Además de estos grupos de trabajo, Facme ha puesto en marcha otro más sobre recertificación,
como ya adelantó Redacción Médica, y que buscará un modelo común para el desarrollo de herramientas que evalúen las competencias de los médicos.
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