La Organización Nacional de Trasplantes (ONT) trabaja en un protocolo nacional que permita armonizar prácticas y
normalizar la donación de órganos de pacientes que hayan recibido la
eutanasia en cualquier punto del país. La ONT pretende "que este protocolo vea la luz en el primer trimestre del año que viene", según confirma a
Redacción Médica Beatriz Domínguez-Gil, directora de la Organización.
"En junio, cuando entró en vigor la
Ley de Eutanasia, esperábamos que algunos pacientes que solicitaran la
ayuda a morir iban a expresar también su deseo de ser
donantes de órganos. Por ello, dimos unas directrices a los
coordinadores de trasplantes sobre cómo actuar ante estas situaciones", explica Domínguez-Gil sobre este nuevo escenario.
Hay que tener en cuenta que, en los
casos de eutanasia, "la
parada cardiorespiratoria que precede al fallecimiento se sabe cuándo se va a producir y ocurre en un entorno hospitalario, por lo que es un tipo de fallecimiento
compatible con la donación de órganos".
España ya acepta donación de órganos tras la eutanasia
Los pacientes que soliciten la
ayuda a morir pueden también expresar su derecho a ser donantes de órganos y ya pueden manifestarse en este sentido aunque el
protocolo nacional no esté implantado. "Desde el punto de vista técnico estamos preparados para esta donación y desde el punto de vista ético consideramos que nuestra obligación es que si un paciente manifiesta su voluntad de ser donante tras su fallecimiento, y las
circunstancias del fallecimiento lo permite, es nuestro deber cumplir con los deseos del paciente. El paciente es siempre el centro, si su deseo es ser donante debemos facilitarlo", señala a Beatriz Domínguez-Gil a este periódico.
Hasta que llegue el procotolo nacional,
la ONT tiene en vigor una serie de directrices bajo las que ya se pueden aceptar casos de pacientes que soliciten la eutanasia; de hecho Beatriz Domínguez-Gil asegura que ya se han realizado dos donaciones en este escenario y que próximamente se podrían aceptar otras dos.
"Las directrices que se han dado hacen énfasis en que debe existir una independencia en la toma de decisiones sobre la prestación de ayuda a morir y la donación. Tiene que haber
comunicación entre el equipo médico del paciente y la coordinación de trasplantes, para que si el paciente desea información, se la proporcione la coordinación que es quien más sabe de este proceso", explica a
Redacción Médica la directora de la Organización Nacional de Trasplantes.
Los coordinadores de trasplante se enfrentan al paciente
Esta nueva vía de donación supone un
nuevo desafío para los coordinadores de trasplantes que están "habituados a tratar con las familias de las personas que están en una situación de daño cerebral catastrófico, con las que no se puede tener una conversación directa. Sin embargo, en este caso es el propio paciente quien solicita información sobre lo que es la donación de órganos y las implicaciones".
En este sentido, es necesario poner a disposición de los sanitarios que interfieren en este proceso una serie de
herramientas para poder enfrentarse a estas nuevas situaciones.
"Todos los años hacemos una convocatoria de subvenciones para la formación continuada de todos los profesionales que interfieren en este proceso, entre ellos los coordinadores de trasplantes, pero teniendo en cuenta los nuevos escenarios, en los que los coordinadores tienen que tratar directamente con los pacientes que solicitan ayuda a morir, tenemos prevista una
formación específica y periódica para que sepan enfrentarse a este tipo de
entrevistas que son muy diferentes a las que estaban acostumbrados a hacer", explica Domínguez-Gil.
La eutanasia debe realizarse en el hospital
La
donación de órganos supone un importante cambio en la manera en la que se desarrolla la eutanasia y "el paciente tiene que entender que, en ese caso, el
fallecimiento tiene que transcurrir en el ámbito hospitalario". Por ello, "lo más importante es que la persona disponga del tiempo suficiente para meditar sobre su decisión e informarse de todos los detalles".
"La organización efectiva del proceso comienza cuando se autoriza la eutanasia, pero el proceso informativo necesariamente empieza antes. Los pacientes solicitan esa información con anterioridad a que su solicitud de ayuda a morir sea aprobada". En todo momento, la ONT tiene en el centro del proceso "asegurar
el confort, la dignidiad y el cumplimiento de los deseos del paciente".
La ONT
evalúa cada solicitud para saber si la persona es compatible con la donación de órganos. Domínguez-Gil explica que el proceso en el caso de pacientes que piden la ayuda a morir es el mismo que en otras circunstancias.
"En principio hay que hacer una
valoración del donante y cada uno de los órganos que puedan ser trasplantables, como en otra circunstancia. Hay muy pocas contraindicaciones absolutas para la donación de órganos, pero hay algunas:
cáncer avanzado en estadio metastásico, y aquí probablemente nos encontremos que hay pacientes que pidan la ayuda a morir por este motivo. También
enfermedades infecciosas y otras enfermedades menos frecuentes".
"Ante el interés de un paciente por ser donante de órganos, tenemos que
evaluar la historia clínica y hacer unas pruebas adicionales para confirmar que se puede seguir adelante sin peligro para el receptor", matiza la directora de la ONT en su declaración a este periódico.
Un protocolo que ya funciona en otros países
Hasta el momento, la ONT se han recibido un total de
ocho peticiones de pacientes que han solicitado la ayuda a morir y que desean ser donantes de órganos. Dos de ellas ya se han hecho efectivas,
dos están próximas a ser aprobadas y otras han sido rechazadas por diferentes motivos.
La donación de órganos tras la eutanasia ya está operativa en países como
Bélgica, Canadá y Holanda donde ya poseen una amplia experiencia en este campo.
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