Por estos días el foco de atención de los sistemas sanitarios está dirigido al eventual
desarrollo de vacunas contra el virus
SARS-CoV-2. Con ello surgen cuestionamientos sobre el
criterio de su distribución y planificación para la protección de las poblaciones, convirtiéndose en el nuevo desafío de los gobiernos y las autoridades de sanidad. En un
estudio realizado por tres investigadores de la Universidad de Khalifa, sin embargo, dan una clave para
elegir al grupo etario que tendría que recibir la vacuna prioritariamente: los jóvenes.
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La publicación, aún no revisada por pares, demuestra la importancia y el impacto de
planificar de manera óptima las
prioridades para el despliegue de la vacuna por grupos de población utilizando un
modelo de tipo SEIR modificado para el brote de Covid-19 considerando los grupos relacionados con la edad.
Los resultados indican en todos los casos, para todos los valores de efectividad y cobertura de la vacuna evaluados, que los criterios de prioridad de vacunación grupal no deben ser aquellos con mayor mortalidad sino
aquellos con el mayor número de interacciones diarias entre personas. A su vez, los resultados muestran cómo la planificación de la vacunación por grupos prioritarios puede lograr reducciones drásticas en el total de muertes (más del 70 por ciento en algunos casos) en comparación con la ausencia de priorización.
"La explicación, claramente mostrada por el
modelo mecanicista, es que la vacunación evita infecciones que reducen la mortalidad no solo del propio grupo vacunado sino también de las proyecciones de infecciones secundarias y posteriores infligidas al resto de la población por los vacunados en ese grupo. Precisamente este efecto de amplificación parece provocar la mayor reducción en el total de muertes si los grupos con más interacciones se vacunan primero", explican los expertos.
En esta línea, si se entrega la vacuna a las personas con mayor número de interacciones nos encontramos con un
grupo etario joven dentro de los trabajadores de la salud, de la hostelería e incluso los niños que han podido volver a sus escuelas tras la pandemia.
Estrategia de la investigación
"En este trabajo se evaluaron y compararon varias
estrategias, en un intento de abordar la secuencia de prioridad de vacunación más eficaz posible en un estudio de caso de ejemplo utilizando datos demográficos y epidemiológicos de España", explican los investigadores.
El mínimo total de muertes al final de la campaña de vacunación es el objetivo que se persigue. "Las
clasificaciones de los grupos de población se establecen en función de
diferencias relevantes en la mortalidad (debido a su edad) y comportamientos relacionados con el riesgo, como el número de interacciones diarias entre personas. Suponiendo una tasa de vacunación constante de capacidad limitada, se evaluaron las estrategias de distribución de la vacuna para diferentes niveles de efectividad de la vacuna y diferentes porcentajes de cobertura poblacional final de la vacuna", sentencia la publicación.
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