Redacción. Madrid
Especialistas de alto nivel han analizado, en un foro monográfico celebrado en el Hospital La Paz de Madrid, las causas, tratamientos y prevalencia de los trastornos electrolíticos, un desequilibrio bioquímico evitable por medio de una adecuada dieta alimenticia.
Patrocinado por Nutrición Médica, la sesión ha contado con la colaboración del centro hospitalario y de la Red de Investigación Renal (Redinren), y ha sido coordinado y moderado por Rafael Selgas, jefe del Servicio de Nefrología, además de con los mejores especialistas en cada área.
Carlos Jimenez, Enrique Parra (responsable de marketing de Nutriicón Médica), M. Selgas, M. Auxiliadora, R. Conde (CEO de Nutrición Médica), Carmen Gómez Candela, Teresa Olea, Manuel Praga y Roberto Alcazar.
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El asunto central del simposio ha versado sobre
Minerales y suplementos en el paciente renal, pues, según los expertos, “cada día es más importante que los enfermos renales tengan un adecuado perfil nutricional, así como de un correcto equilibrio electrolítico”. La primera parte del foro se ha centrado en la importancia de los trastornos electrolíticos y del ácido-base en los pacientes renales.
Manuel Praga, Rafael Selgas y Carmen Gómez Candela.
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En este contexto, se ha definido la acidosis como “una situación clínica en la que el equilibrio acido-base se pierde porque, o bien el ácido se acumula, o bien el bicarbonato (una base) se pierde”.
La hiponatremia, por otra parte, se define como “una concentración sérica de sodio menor a los 135 milimoles por litro”, y estuvo presente en la mesa redonda porque se trata del “trastorno más común del fluido corporal y del equilibrio de electrolitos en la práctica clínica”. “Puede conducir a un amplio espectro de síntomas clínicos, tanto leves como graves y se asocia con un aumento de la morbilidad, mortalidad y la duración de la estancia hospitalaria de los pacientes”, han puntualizado los médicos.
Alejandro Zarauza, Guillermina Barril y Carlos Jiménez.
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También se abordó el manejo clínico de la hipomagnesemia, “una concentración sérica de magnesio más baja de lo normal” y “un factor de riesgo asociado a diferentes enfermedades metabólicas comunes, mientras que la suplementación de magnesio y la ligera hipermagnesemia podrían tener un efecto beneficioso en pacientes con ERC con respecto a la calcificación y la mortalidad”, han aclarado.
Teresa Olea con Selgas y M. Auxiliadora Bajo, en primer plano.
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La segunda parte de la reunión ha reparado en los minerales y suplementos en el paciente crónico, y, en este sentido, se ha hablado de la glomeruloesclerosis focal y segmentaria, “tejido cicatricial que se forma en la unidad de filtración del riñón, el glomérulo”. “El término
focal significa que algunos de los glomérulos resultan cicatrizados, mientras que otros permanecen normales, y el término “segmentaria” implica que sólo parte de un glomérulo individual resulta dañado”, han matizado.
Roberto Alcázar con Selgas y M. Auxiliadora Bajo.
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También se ha discutido sobre la sarcopenia y los suplementos nutricionales en el paciente crónico (“pérdida degenerativa de masa muscular y fuerza al envejecer o al llevar una vida sedentaria”). Según han recordado, cerca de un tercio de la masa muscular se pierde con la edad avanzada, pero un número indeterminado de personas en países desarrollados sufre esta dolencia a corta edad; en todo caso, una alimentación rica en aminoácidos esenciales y realizar deporte tres veces por semana ayudan a paliar su aparición.
Por último, se dio a conocer la literatura publicada acerca de los trastornos minerales en el paciente trasplantado, en los cuales “la suplementación con fosfato puede ser considerada cuando la hipofosfatemia persiste a pesar de una dieta rica en fosfatos”.
Los portavoces de Nutrición Médica agradecieron a los asistentes (nefrólogos, endocrinólogos, oncólogos, geriatras, internistas…) “el apoyo constante recibido a lo largo de estos primeros diez años, en esta prometedora andadura, reiterando como su objetivo prioritario el bienestar de los pacientes”.