El Gobierno de España dedicó el
7,6 por ciento de su Producto Interior Bruto (PIB) a cubrir las partidas de gasto de sanidad en el año 2020, en un momento marcado por la crisis sanitaria y económica de la Covid-19 que ha elevado la inversión de forma generalizada. La cifra, sin embargo, coloca al país
cuatro décimas por debajo de la media del conjunto de los estados miembros de la
Unión Europea que ascendió hasta el 8 por ciento.
Los datos difundidos por la
Oficina Europea de Estadística (Eurostat) han situado a España en la
undécima posición en el bloque comunitario en inversión sanitaria en términos relativos. El país se ha quedado por detrás de países como
República Checa (9,2 por ciento),
Austria (9,2 por ciento) o
Francia (9 por ciento) que lideran la clasificación. Pero también de otras grandes potencias como
Bélgica (8,8 por ciento),
Alemania (8,5 por ciento),
Países Bajos (8 por ciento) o
Italia (7,9 por ciento) que han aportado más.
El informe sobre gasto en salud refleja que en la Unión Europea la suma de la inversión de todos los gobiernos en el año clave de la pandemia fue de más de 1 billón de euros
. La mayor parte se destino a sufragar los
servicios hospitalarios que llegaron a concentrar hasta el 3,4 por ciento del PIB comunitario. Mientras que un 2,5 por ciento sirvió para cubrir las
áreas ambulatorias y un 1,2 por ciento para la adquisición de
productos médicos y de equipamientos.
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Inversión de los países de la Unión Europea en sanidad en 2020. Fuente: Eurostat
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España se situó dos décimas por debajo en la inversión dirigida a los hospitales de Europa a lo largo del 2020, aunque sí que facilitó un mayor desembolso para cubrir
los servicios ambulatorios que concentraron hasta el 2,8 por ciento de su PIB. Mientras que la inversión en material y equipamiento para hacer frente al coronavirus sí que se adecuó a la media comunitaria.
La pandemia dispara el gasto de la UE
Esta clasificación se produce después de un ejercicio en el que la inversión sanitaria ha protagonizado un salto generalizado en todos los países como consecuencia de la entrada en escena de la Covid-19. La partida de sanidad ha representado de media el
15,1 por ciento del presupuesto total de los gobiernos de los 27 países miembro. Son cuatro puntos por encima del dato de 1995, lo que confirma además una evolución progresiva al alza.
En comparación con el
Producto Interior Bruto (PIB) de cada país. El gasto ha representado el 8 por ciento. Es un punto más que en 2019, lo que supone
el incremento anual más grande de toda la serie histórica. El dato ha crecido casi dos puntos porcentuales si se compara con el
5,9 por ciento de 1995.
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