España se convirtió en el país de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) que más recurrió a
la telemedicina para solventar las consultas sanitarias durante
la pandemia de Covid-19. Un informe publicado recientemente por la institución internacional ha situado al Sistema Nacional de Salud (SNS) en cabeza en este ranking, tras contabilizar que casi
la mitad de las peticiones de los pacientes se realizaron a distancia a lo largo del año 2020, marcado por las restricciones sanitarias.
La evaluación ha determinado que el
49,2 por ciento de las consultas durante el año más duro de la crisis sanitaria se resolvieron por
los canales telemáticos. Aunque entre los meses de
febrero y marzo, en plena declaración del estado de alarma, el volumen llegó a ascender hasta el
71,6 por ciento del total de peticiones que se realizaban en los centros de salud. Un dato que abarca también a los servicios de Atención Primaria y Pediatría.
El balance sitúa a España ligeramente por encima de
Dinamarca que llegó a realizar a distancia hasta el
47,6 por ciento de sus atenciones sanitarias. Mientras que el pódium de los países de la OCDE que más han delegado en
canales como el teléfono o internet lo completa
Estonia con un balance del
35,6 por ciento.
Las cifras nacionales contrastan con las de otras grandes potencias europeas que sí que mantuvieron en mayor medida su modelo de presencialidad en la atención de salud. Es el caso de
Francia que apenas derivó a los sistemas telemáticos el
4,8 por ciento de las citas. Algo por encima se encuentran otros vecinos por excelencia como
Bélgica (11,5 por ciento),
Portugal (13,1 por ciento),
Noruega (17,8 por ciento) o
Polonia (22 por ciento).
Los españoles recurrieron 2 veces a la telemedicina
En términos absolutos, el informe ha cifrado el volumen de consultas de telemedicina que realizó cada ciudadano durante la pandemia en España en
2,5. Un dato que en esta ocasión mantiene al SNS en
tercera posición por detrás de
Dinamarca, que supera el 3,5 y de
Israel que se acerca al 3. Países como
Finlandia, Francia, Portugal, Eslovenia o Chile son algunos de los que menos protagonismo han tenido en esta nueva modalidad.
Las estadísticas del área de salud de la OCDE estiman que durante 2020
la telemedicina concentró el 21 por ciento de las acciones en los sistemas sanitarios que enviaron sus datos, lo que representa casi el doble que en 2019 cuando apenas llegó al
11 por ciento. El dato confirma el impacto que tuvo la entrada en escena del
Covid-19 para elevar los cálculos en apenas un año.
El documento internacional ha revelado además que
15 países apostaron por ampliar sus canales telemáticos para poder mantener los servicios de Atención Primaria y mejorar la coordinación de los profesionales sanitarios.
España forma parte de este grupo, junto con que
Australia, Austria, Canadá, Costa Rica, República Checa, Finlandia, Irlanda, Israel, Italia, Letonia, Lituania, Portugal, Reino Unido y Estados Unidos.
Además, el análisis ha puesto de relevancia el impacto que tuvo en este contexto el
colapso de algunos de los servicios de salud.
Las consultas presenciales en el SNS se redujeron hasta un 30 por ciento, especialmente en áreas como la cirugía. Un ejemplo son las operaciones para implantar
prótesis de rodilla que se hundieron un 31 por ciento entre 2019 y 2020 en pleno estallido de la pandemia del coronavirus.
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