Las
listas de espera continúan en aumento en la sanidad pública, acorde a los datos revelados por el último
Barómetro Sanitario del CIS, que han revelado que
un 58,1 por ciento de los pacientes asegura haber
esperado "más de una semana" para ser atendido por su
médico de cabecera "porque no había cita antes". Se trata de una cifra superior a la de los datos ofrecidos por el anterior barómetro, cuando un 54,2 por ciento aseguraba que pasaron más de siete días hasta que fueron atendidos.
En lo referente a la atención en
Medicina de Familia, junto a este dato, el
Barómetro Sanitario muestra que
un 12,4 por ciento de los encuestados han tenido que
esperar entre ocho y diez días para acudir a la consulta con su médico y
un 27,2 por ciento han tenido que
esperar incluso 11 días o más. La
media espera en Familia se establece en este documento en casi 9 días y medio (9,48 días, para ser exactos).
Otra problemática que destaca el
CIS en relación con la atención en Familia, es que
un 61,7 por ciento de los encuestados
no ha podido consultar "un verdadero problema de salud por síntomas o enfermedades ya diagnosticadas". Entre ellos,
un 31,9 por ciento asegura que
recibió cita "para muchos días después" y por este motiv
o acudió a urgencias.
Entre los afectados,
un 22,2 por ciento no acudió a la consulta porque también obtuvo la cita para "muchos días después", y en el momento que tenía agendada la consulta ya
no consideró necesario acudir. Además,
un 10 por ciento, por este mismo motivo, decidió
acudir a la sanidad privada para solucionar su consulta ante la larga espera de la sanidad pública. Por otra parte,
un 4,7 por ciento continuaba
esperando a recibir una llamada para su consulta en el momento de la encuesta.
Disminuyen las consultas telefónicas
El Barómetro Sanitario ha destacado también una
disminución de la atención sanitaria telefónica en Medicina de Familia. Los datos de julio reflejaban que
un 61,3 por ciento de los encuestados había sido
atendido por teléfono durante los últimos doce meses, mientras que los datos del último documento, referentes al mes de octubre, muestran una leve
disminución de este porcentaje hasta el 57,7 por ciento.
Aun así,
el 60 por ciento de los españoles está de acuerdo en que este modelo de consulta
resulta más cómoda para el paciente, mientras que
un 71,3 por ciento considera que es
más cómodo para el médico. El 19,8 por ciento de los atendidos de manera telefónica se ha mostrado muy satisfecho con el trato y un 31,6 por ciento bastante satisfecho.
Solamente
un 5,4 por ciento de los pacientes atendidos mediante
consulta telefónica no han quedado nada satisfechos con el trato a distancia, mientras que
un 13,1 por ciento se ha definido al respecto como
poco satisfecho con este modelo.
La mayoría de los pacientes cree que el tipo atención ideal se centra en una
mezcla entre la atención telefónica y la presencial. En concreto,
un 65,5 por ciento cree que
combinar estas consultas es lo perfecto para ellos. Por el contrario,
un 1,5 por ciento se decanta por una totalidad de la
atención telefónica, mientras que
un 32,2 por ciento de la población preferiría que t
odas las consultas fueran presenciales.
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