El papel de los sanitarios no solo es esencial en lo que respecta al cuidado de enfermedades. Estos profesionales se presentan como actores esenciales en muchos otros ámbitos, como es el caso de la
alimentación, donde actúan desde la atención clínica, la prevención y educación en hábitos saludables. Es por esto que el
Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha puesto el foco en su formación dentro de la
Estrategia Nacional de Alimentación, una hoja de ruta que busca
reforzar el conocimiento de los trabajadores del Sistema Nacional de Salud (SNS) en materia nutricional para convertirlos en aliados fundamentales en la lucha contra las enfermedades relacionadas con la dieta y la obesidad infantil.
El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, presentó esta
Estrategia Nacional de Alimentación en la Comisión Europea semanas antes de publicarla oficialmente. Lo hizo durante una reunión en Bruselas con el comisario de Salud y Bienestar Animal,
Olivér Várhelyi, en la que, según él mismo comentó, trasladó el objetivo de construir un sistema alimentario sostenible en España.
En concreto, la Estrategia subraya que la
educación en nutrición dentro del ámbito sanitario es clave para prevenir enfermedades crónicas y mejorar la salud pública. Por este motivo, tal y como detalla el Ministerio, es imprescindible incrementar la
formación alimentaria de los profesionales sanitarios. En este sentido, “formar, comunicar y sensibilizar, tanto a la ciudadanía como a los profesionales sanitarios y del sector alimentario” se presenta como uno de los tres
ejes principales recogidos en la estrategia.
Formación de sanitarios por una alimentación saludable
A lo largo del proceso de elaboración de esta Estrategia, el Gobierno ha recabado aportaciones de múltiples actores del sistema alimentario, entre ellos el
Sistema Nacional de Salud (SNS). Además, el documento se alinea con las
recomendaciones de organismos sanitarios nacionales e internacionales y aboga por instaurar la “dieta mediterránea y atlántica” como “patrón alimentario” a nivel nacional.
En el texto, el Ministerio recuerda que España es uno de los países con mayor
esperanza de vida del mundo y atribuye este dato, en gran parte, a la baja tasa de
mortalidad por enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, advierte que este logro no se debe únicamente a “un mejor sistema sanitario”, sino a una menor incidencia de estas patologías. En este sentido, garantizar una alimentación saludable es una prioridad, y la capacitación de los sanitarios es un instrumento clave para ello.
El informe también incluye medidas para reforzar la seguridad alimentaria, la
homologación de estándares sanitarios en terceros países y el control de las importaciones de materias primas. Estas acciones buscan garantizar la competitividad del sector agroalimentario español sin comprometer la calidad y seguridad de los productos.
Lucha contra la obesidad infantil
Otro de los puntos destacados de la estrategia es su vinculación con el Plan Estratégico Nacional para la
Reducción de la Obesidad Infantil 2022-2030. La
obesidad infantil es uno de los principales problemas de salud pública y, para combatirla, se plantea la necesidad de generar un entorno que facilite el acceso a una
alimentación saludable. La formación de los profesionales sanitarios vuelve a cobrar un papel determinante, ya que su labor en la prevención y el asesoramiento nutricional resulta esencial.
De hecho, este mismo jueves, el
Ministerio de Sanidad y la Fundación la Gasol han firmado un Protocolo General de Actuación con el objetivo de impulsar, hasta 2030, el desarrollo del
Plan Estratégico Nacional para la Reducción de la Obesidad Infantil (Penroi). Este acuerdo establece una hoja de ruta colaborativa para implementar y evaluar las acciones contempladas en esta estrategia.
El objetivo de este Plan es garantizar que todos los niños, niñas y adolescentes crezcan de manera saludable, sin importar su origen social o territorial. Se trata de una hoja de ruta para
construir una España más saludable, donde crecer de forma sana sea un derecho fundamental.
La obesidad infantil es uno de los principales problemas de salud pública, ya que
se asocia con diversas patologías tanto en la infancia como en la edad adulta. En este sentido, la Estrategia Nacional de Alimentación subraya también el papel de los
comedores escolares en la adquisición de hábitos saludables.
Estas premisas se alinean con las recomendaciones de la
Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan), que reclaman, además, la necesidad de
incorporar nutricionistas titulados a los colegios para asegurar que las comidas sean saludables.
Además, el informe destaca que en el marco del Plan de Acción Estatal para la Implementación de la Garantía Infantil Europea en España 2022-2030 (Paegie), se resalta la necesidad de “incrementar la coordinación entre los servicios educativos y sanitarios, además de
regular la venta de determinados productos alimenticios y mejorar el diseño de los menús escolares para incrementar su calidad nutricional”.
El Ministerio de Sanidad también se plantea avances en esta materia. Sin ir más lejos, secretario de Estado de Sanidad,
Javier Padilla, aseguró este miércoles durante la
Comisión de Sanidad celebrada en el Congreso que la administración que dirige Mónica García ya valora regular productos como las bebidas azucaradas.
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