La
revista The Lancet publica un artículo en el que 27 expertos internacionales alertan a responsables políticos y proveedores sanitarios de que evalúen y tomen
medidas urgentes sobre el uso inadecuado, bien por defecto como por exceso, de los
servicios de salud.
Por un lado, señalan que la infrautilización de los recursos sanitarios
deja a los pacientes vulnerables ante enfermedades y sufrimientos que podrían ser evitables mientras que, en el otro extremo, un
uso excesivo también supone un despilfarro de recursos al tiempo que hay pruebas o tratamientos que pueden causar daños igualmente evitables.
Además, según señalan los autores, un mismo país, un centro sanitario e incluso un
mismo paciente puede sufrir ambas situaciones, de ahí la necesidad de evaluar la conveniencia de todas las prestaciones, con independencia de la situación económica o social de cada lugar.
"La avaricia, los intereses en competencia y la mala información son agentes universales que pueden formar un ecosistema que ofrezca una atención médica deficiente", ha reconocido
Vikas Saini, presidente de
Lown Institute (Estados Unidos) y autor principal del artículo.
Mal uso español
Entre sus ejemplos, citan que
en España el 26 por ciento de las cirugías de reemplazo de rodilla son inadecuados, mientras que en Estados Unidos sube al 34 por ciento de estas intervenciones. Además, la tasa de histerectomías inapropiadas varía entre el 20 por ciento de Taiwán al 13 por ciento en Suiza.
Otro mal endémico en países ricos y pobres es el uso de
tecnologías o prácticas asistenciales más caras pero menos eficaces, mientras que otras herramientas no son tenidas en cuenta pese a su bajo coste, según los autores.
En este sentido,
lamentan el aumento de cesáreas incluso en nacimientos de bajo riesgo. Se estima que hasta 6,6 millones en todo el mundo se realizan de forma innecesaria, mientras que el uso de esteroides para prevenir partos prematuros se retrasó unos 40 años hasta que hubo evidencias de sus beneficios.
Despilfarro de recursos
"Los pacientes necesitan saber qué están haciendo sus sistemas de salud para resolver problemas, en Estados Unidos estamos desperdiciando miles de millones de dólares que deberían dedicarse a mejorar la salud de sus ciudadanos", ha explicado
Shannon Brownlee, vicepresidente senior del Lown Institute.
El editor jefe de
The Lancet,
Richard Horton, y su redactora jefe
Sabine Kleinert avisan en un editorial adjunto la necesidad de que los
líderes políticos sepan acabar con los servicios ineficientes e identifiquen aquellas prestaciones que realmente pueden aportar "bienestar y una vida saludable para todos".
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