España aún tardará en vivir 'la libertad' inglesa: "No tiene sentido ahora"

Inglaterra ha levantado este lunes casi todas las restricciones impuestas por la pandemia de coronavirus, en una jornada llamada Freedom Day ('Día de la Libertad'), pese al aumento de infecciones y con su primer ministro, Boris Johnson, en cuarentena por un contacto estrecho con un positivo. "La libertad pasa por el respeto a los derechos individuales y a la responsaiblidad individual. En este caso es basante ilógico tomar esta decisión cuando están con cifras tan elevadas de incidencia", explica Julián Domínguez, jefe del Servicio de Medicina Preventiva del Hospital Universitario de Ceuta. 

A partir de ahora no es obligatorio o el uso de mascarillas o guardar distancia social, los grupos pueden reunirse en lugares cerrados o en los hogares sin límite en el número de personas, y no hay un aforo máximo en bodas, bautizos o funerales. También se reabren teatros y cines, y los ingleses podrán volver a bailar en discotecas sin necesidad de enseñar el pasaporte Covid o un test negativo. Todo ello cuando hace solo tres días, el viernes 16 de julio, la incidencia acumulada en todo Reino Unido era de 679,8 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días, un incremento promedio del 0,72 por ciento en los últimos siete días, y una letalidad del 2,4 por ciento. 

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No obstante, el número de ingresos en hospitales por Covid-19 disminuye a la par que aumentan la población vacunada. Según la BBC, Gales ha vacunado al 90 por ciento de los mayores de 18 años con al menos una dosis, mientras que Escocia ha alcanzado el 89 opr ciento, Inglaterra el 87 por ciento e Irlanda del Norte el 82 por ciento.

También se están inoculando segundas dosis, y todas las naciones alcanzan el 60 por ciento o más de los adultos hasta ahora. Inglaterra supera el 67 por ciento. Con todo, es el único país que ha decidido eliminar las últimas restricciones legales por la pandemia. 

No es el escenario procedente 

"Con esa incidencia tan elevada me parece que no es el momento procedente. El escenario de coexistencia con el virus debe hacerse tomando medidas puntuales de implantación de toques de queda, limitaciones de movilidad o de interacción social. Se podría haber levantado restricciones en junio, con una incidencia acumulada media, pero no ahora que es tan alta. Aunque haya menos ingresos y mortalidad, y un buen porcentaje de vacunación, la situación estresa al sistema sanitario", afirma.

Y lo mismo ocurriría en España. "No parece el momento más adecuado. Cuando la incidencia acumulada de los grupos más jóvenes comience a bajar, sí sería razonable. Algunas comunidades autónomas, con muy buen criterio, ya los están vacunando. Por otra parte, hay que evitar algomeraciones y continuar con las medidas preventivas invididuales", asegura. En este sentido, asegura que medidas como la imposición de la mascarilla en exteriores -como acaba de decretar Baleares- no son necesarias si hay separación interpersonal. 

El preventivista señala que, de no seguir con las restricciones, se está poniendo "en la ruleta rusa" a personas que, por ser vulnerables, inmunodeprimidos o circunstancias como el embarazo, pueden peligrar en caso de contagiarse.

Retraso en la atención de otros pacientes 

Además, indica que todos esos pacientes contagiados -también ese pequeño porcentaje de personas vacunadas- recaen sobre la Atención Primaria. Y el tiempo que este nivel asistencial se ocupe en atenderlos dejará de ver a otros pacientes que lo necesitan, "como si hubiera una epidemia de gripe continuada". "Se atiende y todo lo demás se aplaza. Así que perdemos la posibilidad de tratar a los pacientes más graves", recalca. 

"Lo que nos importa es la capacidad asistencial, y los sistemas de rastreo se bloquean en cuanto se pasan de 80/100 casos por cada 100.000 habitantes", concluye el también miembro de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene (Sempsph).