Aunque desde el
Ministerio de Sanidad insisten en que hay mucho trabajo por delante a la hora de prevenir
enfermedades asociadas a riesgos psicosociales, lo cierto es que España parte de una buena base, en comparación con el contexto internacional. Es, al menos, lo que dicen los datos del informe
How’s life? (
¿Cómo está la vida?) publicado recientemente por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (
OCDE) dentro de la serie homónima dedicada a diversos estados. Según el documento, elaborado a raíz del resultado de varias encuestas, España está entre los países con mejores índices en casi todos los factores que, de forma indirecta o directa, influyen en la salud: horas de trabajo, tiempo libre, habitaciones por persona en la vivienda y contaminación.
En el
informe sobre determinantes de salud se indica que la mayoría de los países de la OCDE han experimentado “avances notables” en la
esperanza de vida de su población en las últimas décadas, “gracias a las mejoras en las condiciones de vida, las intervenciones de salud pública y los adelantos en la atención médica”. España tiene una de las
esperanzas de vida más altas de la OCDE, casi 84 años, tres más que el promedio de la Organización, que se queda en 81 años.
Es el tercer país con mayor longevidad de la OCDE. La esperanza de vida para las mujeres se sitúa en los 87 años, en comparación con 81 años para los hombres. “Una esperanza de vida más alta, por lo general, se relaciona con un
mayor gasto en atención a la salud por persona, aunque en esta cifra intervienen muchos otros factores, como los estándares y estilos de vida, la educación y el medio ambiente”, resalta la OCDE.
A la pregunta “¿Cómo calificas tu salud?” de la encuesta, poco más del 75 por ciento de los habitantes de España contestaron que es buena, una cifra mayor que el promedio de la OCDE, que es sólo del 68 por ciento. Se trata, además, el undécimo mejor porcentaje de los 41 países encuestados. “A pesar del carácter subjetivo de la pregunta, se encontró que las respuestas recibidas son un buen indicador del uso que en el futuro hará la persona de los
servicios de atención a la salud”, se indica en el informe.
Jornada laboral: España es de los que menos trabaja
La OCDE destaca el número de horas trabajadas como otro de los
factores psicosociales que afectan a la salud: “La evidencia sugiere que un
horario de trabajo largo puede resultar perjudicial para la salud, poner en peligro la seguridad y aumentar el estrés”. En España el 2,5 por ciento de los empleados tienen un trabajo remunerado con
horarios muy largos, cifra menor que el promedio de la OCDE, que es del 10 por ciento. Se trata, de hecho, del undécimo país con el mejor porcentaje de trabajadores con horarios largos. En el otro extremo de la balanza está Méjico: el 27 por ciento de sus empleados trabajan más de 50 horas a la semana.
“Cuanto más trabajen las personas, menos tiempo tendrán para dedicarlo a otras actividades, como el tiempo que pasan con otras personas, el ocio, comer o dormir. La cantidad y la calidad del
tiempo libre son fundamentales para el bienestar general de las personas y pueden generar beneficios adicionales para la salud física y mental”, continúa el documento.
En España los empleados con
jornada completa dedican, de media, el 66 por ciento de su día, 15,7 horas, al cuidado personal -como comer y dormir- y al ocio. La cifra también es mayor que la media de la OCDE, de 15 horas. España es el tercer país que más tiempo destina al ocio y al cuidado personal. Sólo le superan Italia, con 16,5 horas, y Francia, con 16,2.
Vivienda: impacto en la salud física y mental
En lo referente a la vivienda, en España, según la OCDE, el hogar promedio tiene 1,9 habitaciones por persona, cifra mayor que la media de la Organización, que es de 1,7 habitaciones por persona. “Una vivienda superpoblada puede tener un impacto negativo en la
salud física y mental, en las relaciones con otras personas y en el desarrollo de los hijos. Asimismo, el hacinamiento suele traducirse en un suministro inadecuado de agua y de servicios de alcantarillado”, de acuerdo al informe.
Emisiones contaminantes
El documento concluye lamentado que, pese a las intervenciones nacionales e internacionales y a las reducciones de las principales emisiones contaminantes, los efectos de la
contaminación del aire urbano en la salud continúan empeorando: “La contaminación del aire podría convertirse en 2050 en la principal causa medioambiental de mortalidad prematura”.
En España, los niveles de partículas PM2,5 son de 10 microgramos por metro cúbico, cifra menor que el promedio de la OCDE, de 14 microgramos por metro cúbico, y coincidente con el límite anual recomendado por la Organización Mundial de la Salud (
OMS). Se encuentra en la mitad superior de los países menos contaminantes. El 76 por ciento de los habitantes dicen estar satisfechos con la calidad del agua, aunque esa cifra sí es menor que el promedio de la OCDE, que llega al 84 por ciento. De hecho, España el trigésimo cuarto país, de 41, menos satisfecho con este aspecto.
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