El ministro de Seguridad Social,
José Luis Escrivá, ha descartado que se vaya a ceder la competencia para la
gestión de las bajas médicas a las mutuas patronales. El dirigente socialista ha desmentido que haya dado luz verde a esta propuesta, después de que el
sindicato LAB haya sacado a la luz el borrador de un plan que perseguía facilitar a cada comunidad autónoma la posibilidad de aplicar estos cambios en sus servicios de salud.
“Es un convenio de las mutuas que han mandado a la gente, pero
ni está validado por nosotros, ni lo hemos hecho, ni está previsto cambiar nada al respecto”, han explicado a
Redacción Médica fuentes cercanas al equipo de trabajo del ministro, que han adelantado que no se producirá ningún movimiento por parte del Gobierno en ese sentido.
El sindicato LAB advirtió que este nuevo convenio tenía como objetivo
delegar en las mutuas patronales adscritas a la asociación AMAT la gestión de las enfermedades comunes, algo que consideran una forma de “privatización” de la sanidad. Además de las bajas, entre las gestiones que quedarían al amparo del sector se encontrarían las contingencias comunes y las
pruebas, tratamientos, intervenciones o rehabilitaciones.
La organización de los trabajadores había lamentado que un paso en esta dirección habría afectado a entre el
80 y el 90 por ciento de la población activa, mientras que habría otorgado poder a las mutuas para “fiscalizar” la labor de los médicos de los servicios de salud ya que podrían conceder la propuesta del alta.
“Esto cambia la lógica actual, y pone al médico del Sistema Público de Salud a las órdenes del médico de una empresa privada”, expresaron en un comunicado.
El sindicato ha advertido además que el borrador contemplaba una prueba piloto “sin control público alguno”, así como el
acceso de las mutuas a los historiales clínicos. Mientras que han subrayado la importancia de hacer un seguimiento de hasta 15 días en algunas bajas, como por ejemplo los casos de
trastornos depresivos, la tendinitis o los problemas relacionados con los discos intervertebrales.
“El planteamiento de los autores del documento es el siguiente:
atención a través de mutuas patronales para aquellas personas productivas para el sistema, con el fin de conseguir su reincorporación lo antes posible; y para aquellas que no se consideran productivas, el sistema público de salud vaciado de recursos”, clamaron.
El plan de bajas médicas de Yolanda Díaz
La cesión de las bajas médicas habría chocado además con los planteamientos del otro sector del Gobierno de coalición. La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo,
Yolanda Díaz, ya presentó un informe a mediados del mes de marzo elaborado por un equipo de expertos que perseguían precisamente lo contrario:
devolver el “control” total a los médicos que ejercen en Atención Primaria.
“El sistema sanitario puede y debe jugar un papel importante cuando una persona sufre un problema de salud mental relacionado con la precariedad laboral. Su intervención debería estar dirigida a
la puesta en marcha de mecanismos directos de protección, como son las incapacidades laborales temporales”, reza el documento presentado conjuntamente con el líder de Más País,
Íñigo Errejón.
Esta propuesta se encaja dentro de una batería de medidas dirigidas a desarrollar un servicio pública de calidad en la sanidad, especialmente en lo relativo a
la salud mental. Su objetivo es aprovechar el “potencial” de la red de centros de salud, reducir la excesiva
medicación de los pacientes psicológicos, elevar la ratio de profesionales en esta área del Sistema Nacional de Salud (SNS) o mejorar la
dotación presupuestaria.
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