Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) pone encima de la mesa
tres carpetas de cara a la investidura de Pedro Sánchez. Sobre la primera de ellas,
la amnistía, considera que hay principio de acuerdo para avanzar en las negociaciones, por lo que quedan
dos pendientes.
La segunda es un referéndum y la tercera,
el bienestar de la población, donde emerge el llamado
"déficit fiscal" y los
traspasos de competencias pendientes, como
la gestión de la Formación Sanitaria Especializada (FSE), según ha podido saber
Redacción Médica.
ERC, que conforma en solitario desde hace un año el Govern de la Generalitat de Cataluña y su candidatura en las elecciones generales logró siete diputados,
puede tener la llave de la gobernabilidad tras la investidura fallida de Alberto Núñez Feijóo. La Generalitat ha cifrado este septiembre en 20.772 millones de euros el déficit fiscal de Cataluña con el sector público estatal en 2020 y
en 21.982 millones de euros en 2021.
El partido independentista considera que Cataluña
debería tener un mecanismo de financiación propio, aunque reconocen que esta propuesta no se puede abordar en la negociación de cara a la investidura de Pedro Sánchez y se conformaría con un
mecanismo de compensación del déficit fiscal. Así, teniendo en cuenta que el Govern
destina el 26,3 por ciento de sus últimos presupuestos al Departament de Salut, este
fondo de compensación sanitario en el ámbito de sanidad podría
alcanzar los 5.781 millones de euros.
Traspaso de competencias con presupuesto
En esta misma carpeta de bienestar de la población emerge por encima de los demás el traspaso de Rodalies, uno de los asuntos que más se ha tratado en las comisiones bilaterales Generalitat-Estado. No obstante, otro de ellos y
uno de los primeros que se iban a trabajar, tras una reunión en agosto de 2021,
era el de la Formación Sanitaria Especializada.
En este caso, ERC también
presionará el traspaso de la gestión de Rodalies y del MIR, pero no se plantean una transferencia sin recursos económicos.
El traspaso de la gestión de la FSE, que
no ha registrado avances en las comisiones bilaterales, ha sido una de las reivindicaciones habituales de tanto el conseller
Josep Maria Argimon como el actual conseller de Salut,
Manel Balcells. De hecho, tanto ERC como Junts, junto a la CUP y En Comú Podem,
aprobaron en el Parlament de Catalunya instar la transferencia al Gobierno de esta competencia.
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