Entrevista a Pablo Iglesias: "En la sanidad española más que casta hay trama"

En el despacho de Pablo Iglesias hay un buen montón de libros, un muñeco de plástico que le representa con una coleta excesivamente larga y un puñado de apuntes sobre actualidad sanitaria. No es de extrañar: es la primera vez que el secretario general de Podemos recibe a un medio sanitario y reconoce que algunos temas pueden ser arduos. Casi dos semanas después de que su propuesta estrella sobre eutanasia se chocara con la realidad parlamentaria, Iglesias recibe en el Congreso a Redacción Médica para hablar de este tema, de si en la sanidad hay casta o trama o si las donaciones de Amancio Ortega son buenas para el sistema sanitario.

Últimamente utilizan mucho el concepto de trama, ¿consideran que en la sanidad también existe una trama?

Es uno de los mejores ejemplos para entender lo que significa la trama. El propio señor Villar Mir es uno de los máximos exponentes para entender el significado de las relaciones de poder entre políticos y grandes empresarios: tiene un currículum brillante en lo que se refiere a la historia de la sanidad en España. Póngale comillas e ironía a la palabra "brillante". Creo que la sanidad se ha convertido en un caramelo que ha servido para que gestores, 

La sanidad, la trama y la casta

fundamentalmente del PP, ofrezcan a amigos millonarios una oportunidad de negocio. Para que algunos ganen mucho dinero hay que poner en riesgo la salud de la gente.

Otro de los términos que a lo mejor queda un poco más antiguo es el de la casta, ¿cree que en sanidad también hay casta igual que hay tramas?

Creo que es una palabra que se utilizaba para identificar a las élites políticas. Creo que trama explica mucho mejor que la casta las relaciones de poder que hay detrás y que se concreta en algunas caras. En la sanidad lo que hay son trabajadores y profesionales con una magnífica cualificación en el caso de España. Me ofende muchísimo que buena parte de nuestros mejores médicos, médicas, enfermeras y enfermeros estén vendiendo su fuerza de trabajo en muchos países después de lo que ha costado formarles aquí en la educación pública. Creo que esos trabajadores necesitan ser cuidados y tener unas condiciones de trabajo dignas y unos sueldo dignos. Estuve hace poco tiempo en Berlín en una movilización y conocí a muchísimos profesionales de la Enfermería muy bien formados que aquí no encuentran trabajo. A mí ese modelo no me gusta: me parece que hay que cuidar a los trabajadores y trabajadoras y no tiene que haber castas, sino que tiene que haber profesionales cuidados y bien remunerados.

¿Qué logros le gustaría conseguir en materia sanitaria en la próxima legislatura?

Tenemos una prioridad absoluta de defender la sanidad pública. Una de las cosas que te hace sentir orgulloso de ser español es tener una de las mejores sanidades públicas; una sanidad que tiene que volver a ser universal. La situación 

Iglesias: "La prioridad del Gobierno debe ser curar a la gente y no que unos señores se hagan muy ricos".

que tenemos de la tarjeta sanitaria es vergonzosa y no se puede permitir que la sanidad privada siga parasitando la sanidad pública, ni que haya pensionistas que estén pagando dos veces a través del copago los medicamentos o que los trabajadores de la sanidad trabajen en condiciones de precariedad y que no haya personal suficiente.

Es vergonzosa la situación de las listas de espera registradas en algunas comunidades autónomas y que haya enfermos en cama de hospital en los pasillos. Creo que la cuarta economía de la zona euro se puede permitir, si apuesta por la sanidad pública, tener unas de las mejores del mundo.

¿Todo lo relacionado con la sanidad privada es prescindible en el SNS?

Todos los ejemplos que tenemos demuestran que, al final, se genera una sanidad para pobres y otra para ricos. La prioridad de un gobierno siempre debe ser la sanidad pública, ya que la salud es un derecho, no es una mercancía. Que en España aún hay que aceptar que algunos pueden hacer negocios con la sanidad, pues muy bien, quizá están en su derecho, pero un gobierno y un estado debe siempre apostar por una sanidad pública. Permitir que se establezcan diferencias de clase en algo esencial en una democracia, como son los servicios sanitarios, es inaceptable. 

¿Y si se demuestra que la sanidad privada ahorra dinero y es más eficiente?

Los datos existen, pero indican lo contrario. Que la sanidad privada es ineficiente, que genera una brecha social y que parasita a la pública. Usted me preguntará: ¿por qué hay sanidad privada? Porque sirve para que algunos ganen muchísimo dinero y ya hemos visto lo que pasa en el caso de Madrid, incluso con los servicios que se externalizan. 

Pablo Iglesias: "La prioridad de un Gobierno tiene que ser siempre la sanidad pública"

Hemos visto como muchas constructoras, amigos del PP, obtienen concesiones que les permiten ganar mucho dinero a costa de la salud y del dinero de los ciudadanos madrileños. Así como el modelo Alzira que es un claro ejemplo de lo mal que funciona y lo ineficiente que es la sanidad privada. Quien convierte la sanidad en un negocio no es porque quiera curar a la gente sino porque quiere ganar dinero. La prioridad del gobierno debe ser curar a la gente y no que unos señores se hagan muy ricos.

Otros partidos y algunos sectores profesionales dicen que Podemos tiene un ideario muy claro, pero que no es fácil llevarlo a la práctica y que puede ser incluso utópico.

Eso se responde muy rápido con datos y no con ideas: ¿Quién ha salvado las cuentas de Montoro? Los ayuntamientos en los que gobernamos nosotros. Donde gobierna Podemos hay superávit. No solo se aplican más políticas sociales y se invierte más, sino que, además, somos capaces de ahorrar más y cumplir unas reglas que no nos gustan. Creo que es la mejor demostración de que no solo tenemos ideas sino que ganamos elecciones, gobernamos y gobernamos mejor que los que gobernaban antes.

Pablo Iglesias en un momento de la entrevista.

La pregunta era si con ese escenario han hecho cuentas de si retirar la privada es sostenible. 

Lo que no es sostenible es el sistema actual y no lo decimos nosotros, lo dicen los profesionales sanitarios. Prueba de ello es que en este país ha existido algo que se llamaba la Marea Blanca que dice que mientras sigan gobernando estos señores, esto no es sostenible. Hay que hacer reformas y es verdad que son complicadas y tienen que ser realistas y aplicarse con plazos sensatos, pero lo que nos han dicho los profesionales sanitarios, que son los que no se enriquecen con la sanidad y no tienen amigos que se enriquecen con la sanidad, es que el modelo actual no es sostenible y la calidad de los servicios lo conocemos todos. 

¿Cuál es el escenario actual para tratar de sacar adelante una ley de eutanasia?

Este país necesita una ley de eutanasia. Existe una demanda social amplísima y las encuestas disponibles dicen que casi el 90 por ciento de los ciudadanos españoles están de acuerdo con ello. Un país del siglo XXI tiene que afrontar el derecho de cualquier ciudadano adulto y en plenas facultades mentales de morir con dignidad, cuando esté en situación de una enfermedad irreversible.

¿Y los siguientes pasos a seguir?

Vamos a seguir intentándolo. Si hay la oportunidad de incluir enmiendas que vayan en esta dirección, nosotros tenemos plena voluntad de entendernos, pero lamentamos que, cuando hicimos una propuesta que estaba abierta a hacer enmiendas, ha habido partidos políticos más preocupados en ponerse la medalla en que haya una ley de eutanasia. A nosotros eso nos da igual: lo importante es que la haya.

¿Por qué no decidieron esperar al debate del PSOE?

Estamos en 2017 y es una vergüenza que esto no se haya hecho antes. Creo que es imperdonable que siga habiendo gente en este país que no pueda poner fin a una situación espantosa entre otros motivos por no tener recursos. Lo que ocurre en nuestro país es comparable con lo que sucedía con las interrupciones de embarazos en los 

Pablo Iglesias: "No puede ser que las farmacéuticas pongan de rodillas a un Gobierno"

años 70, donde quienes tienen dinero se van a Suiza a morir con dignidad y los que no deben esperar a que los políticos se pongan de acuerdo.

¿Si cambia la dirección del PSOE se podría avanzar en este aspecto?

Lo desconozco y creo que debemos ser respetuosos con ese proceso interno. Esta cuestión tampoco debería diferenciar a las distintas familias de los socialistas. Estoy convencido que el 95 por ciento de los votantes socialistas está a favor de que tenemos que avanzar en esta cuestión y poder avanzar cuanto antes.

¿Consideran que el PSOE puede ser un aliado para las reformas sanitarias que plantean?

Ojalá que sí. Con el partido socialista nos ocurre que hay muchas coincidencias en los programas, pero cuando llega la hora de la verdad y de gobernar, por desgracia, les vemos más cercanos al PP. El proceso de privatización de la sanidad en España no empieza con el PP sino con el PSOE y eso es muy grave.

¿Qué le parece cómo queda reflejada la sanidad en los Presupuestos Generales del Estado?

Tenemos que estudiarlos bien, pero tenemos la sensación de que los presupuestos lo que hacen es consolidar los recortes. Es algo extraño porque tenemos un ministro que nos dice que hemos vuelto o que volvemos al nivel de ingreso de 2007, pero que no tenemos el nivel de gasto social de 2007 y tenemos una sanidad enormemente degradada, a buena parte de las CCAA enfadadas con esos presupuestos que, de alguna manera, están consolidando una dinámica de recortes que ha hecho básicamente que los ciudadanos españoles vivan peor. ¿Qué es vivir peor? No solamente tener peores salarios: es tener una sanidad peor, es tener servicios educativos peores. 

¿Tienen ya algún esbozo de hacia dónde tienen que ir las cuentas en sanidad?

Lo fundamental del gasto público es apostar por la eficiencia e invertir en la sociedad. Si tenemos una sanidad mejor, una educación mejor y unos servicios públicos mejores eso no solo responde a criterios de justicia social, sino que responde a criterios de eficacia y eso tiene que ser la línea maestra en materia sanitaria.

Iglesias: "Me ofende que la sanidad pública pueda depender de que un señor haga marketing"

¿Qué opina de las donaciones a la sanidad que ha hecho Amancio Ortega?

Me ofende que la filantropía se plantee en un Estado de Derecho como un mecanismo para financiar la sanidad. Nuestro país es un país serio y no puede ser que la sanidad se vaya a financiar porque haya un millonario que quiere ser generoso con la sanidad de los pobres. ¿Usted que se ha creído: que esto es un país del tercer mundo? Lo que hay que hacer para mejorar la sanidad es hacer un sistema fiscal más justo para que a lo mejor la empresa de este señor pague los impuestos que tiene que pagar y que las condiciones de trabajo de sus trabajadores permitan unas cotizaciones a la seguridad social que puedan revertir en el sector sanitario. Mire usted, yo soy patriota y a mí me ofende que la sanidad  pública de un país pueda depender de que un señor haga marketing y diga: "Ahora te voy a dar estas limosnas para financiar la sanidad pública". Si sus trabajadores cobran muy poco dinero o trabajan en condiciones de precariedad, bajan las cotizaciones a la seguridad social y eso es lo que provoca una situación peor en la sanidad. No me gustan las dinámicas tercermundistas del millonario que regala dinero al sector público para hacer un hospital.

¿Qué es el Efecto Poltergeist del que hablaba en su programa para Vistalegre II?

Alude a la famosa película y significa que es tratar de construir lo normal frente a un cementerio social. El problema de construir una aparente normalidad sobre un cementerio social es que los espíritus  y los fantasmas terminan apareciendo y eso es lo que intenta hacer el PP. Aquí no pasa nada y hemos vuelto a la normalidad porque resulta que tenemos unos niveles de precariedad escandalosos. Hay pobreza, gente que trabaja y es pobre y enfermos que no pueden pagar sus medicamentos por diferentes cuestiones y otros porque hay compañías farmacéuticas que hacen que haya enormes dificultades para que se les atienda como sucedió con el caso de la hepatitis C. 

¿Cree que es necesario endurecer la fiscalidad de la industria farmacéutica?

 Ahí hay dos tipos de intereses: el de una farmacéutica por ganar dinero y la obligación de un gobierno por curar a los ciudadanos y eso es el interés público. Lo que no se puede permitir es que haya enfermos que se tienen que ir a la India porque hay genéricos y pueden recibir el tratamiento que necesitan. No puede ser que empresas multinacionales farmacéuticas por muchos lobbies que tengan pongan de rodillas a un gobierno. Ya hemos visto que en muchos países 

Iglesias: "Un país del siglo XXI tiene que afrontar el derecho de cualquier ciudadano adulto de morir con dignidad"

han tenido que tomar medidas que han sido mano de santo: los fabricamos como genéricos porque no me puedo permitir que en mi país un medicamento que tiene un precio de coste de a lo mejor dos euros usted lo esté vendiendo por 2000 porque yo tengo que curar a la gente y tengo que tener mecanismos políticos para fabricarlo yo mismo. 

¿Cuál sería el baremo para saber qué debe ser genérico y qué no?

Tendería a poner la salud de los ciudadanos por delante de los intereses de una empresa de ganar mucho dinero. Si un estado no puede acceder a una serie de medicamentos que dignifican la condición de vida de un enfermo de cáncer porque el precio es inasumible me parece legítimo que el estado diga que lo tiene que hacer genérico. 

¿Qué opina de que haya un protocolo para que se revelen los pagos de la industria a médicos por congresos y viajes?

Esto es como una gran empresa que paga un viaje u otra cosa a los jueces que tienen que juzgarles. Aquí necesitamos máxima transparencia porque hablamos del interés de los ciudadanos y tiene que estar por encima del interés particular. Si entendemos que lo que hacen las multinacionales es cuidarles tanto para que hablen bien de esas empresas creo que la transparencia no tiene que ofender a nadie.

Carlos Corominas, redactor de Redacción Médica; Javier Leo, redactor jefe de Redacción Médica, y Pablo Iglesias, secretario general de Podemos, en un momento de la entrevista.

¿Cree que es un problema que los gerentes de hospital sean nombrados por políticos?

Ahí hay que escuchar a todos los sectores. La Marea Blanca, por ejemplo, dice que hay fórmulas más eficaces que las que se están aplicando ahora. Apostemos por los profesionales y por vías más eficaces y los nombramientos a dedo quizá no sean la manera más eficaz.

¿Qué opina de que no haya un profesional sanitario al frente del Ministerio de Sanidad?

Para mí lo fundamental es que sea alguien comprometido con la sanidad pública. Una de nuestras personas de referencia, Amparo Botejara, es una profesional sanitaria. El debate no es si el ministro o la ministra tiene que ser un profesional o no, sino el programa y el compromiso con la sanidad pública tenga.

¿Cómo mejoraría la vida de los sanitarios si gobernara Podemos?

Primero hacen falta medidas genéricas: hay que derogar las dos últimas reformas laborales porque afectan a todos los trabajadores. No solo porque es más justo sino porque es más eficiente: si hay más cotizaciones a la seguridad social es más fácil financiar las pensiones y tener servicios públicos; aumenta la capacidad de consumo y la economía funciona mejor para todos. En el caso de los profesionales sanitarios hablamos de una bandera de país. Muchas veces se ha dicho que la Marca España eran los señores ricos. Sí hay que hablar de país hay que poder presumir de sanidad. Para ello hay que tratar bien a los profesionales y no puede ser que trabajen en condiciones de ínfima calidad y con unas situaciones de precariedad como las que están sufriendo y que tengan salarios dignos porque hablamos de un área estratégica para hacer país.

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